El alumbrado extraordinario de Navidad se encendió a las ocho en punto de la tarde de este viernes a través de una llamada telefónica al operario que esperaba en la plaza del Rey, donde está instalado el interruptor general. El motivo de este novedoso método no fue ni un olvido ni descoordinación alguna, sino en prevención de que la manifestación de la plantilla de la Cruz Roja, que tenía su finalización en la plaza del Rey, no hubiera terminado y coincidiera un acto festivo con uno reivnidicativo.

Las luces de este año, que son de color lila lejos de los colores de otros años mucho más variados, están pensadas para tiempos de crisis, ya que son de bajo consumo y se logrará ahorrar en energía eléctrica consiguiéndose el mismo efecto, que es transmitir a la gente la llegada la Navidad con todo lo que ello implica tanto para las relaciones personales como para el comercio.