La Comisión Europea ha presentado un 'kit de emergencia' que recomienda medidas esenciales que los ciudadanos deben tener en caso de catástrofes naturales, ciberataques o interrupciones de servicios básicos. Entre la recomendaciones está la inclusión del dinero en efectivo.
Según explica la comisaria europea de Gestión de Crisis, Janez Lenarčič, “el acceso a efectivo puede marcar la diferencia en situaciones donde los sistemas digitales de pago no funcionan. En una crisis, la resiliencia también significa poder comprar alimentos, medicinas o combustible, incluso cuando no hay conexión eléctrica o de Internet.”
El 'kit de emergencia', que busca armonizar las recomendaciones en todos los países miembros, sugiere que cada hogar cuente con una reserva de billetes pequeños y monedas suficientes para cubrir necesidades básicas durante al menos 72 horas. Esta medida se basa en experiencias recientes, como los apagones temporales en algunas regiones europeas, la interrupción de redes bancarias por causas técnicas o ciberataques, o catástrofes naturales como la ocurrida en Valencia por la dana el año pasado.
“Estamos acostumbrados a confiar plenamente en pagos con tarjeta o por móvil, pero no podemos dar por sentado que esas opciones siempre estarán disponibles”, añadió la comisaria. “El efectivo ofrece una seguridad adicional cuando todo lo demás falla”. De hecho, pese al avance de la digitalización, el efectivo continúa siendo el método de pago más utilizado en España para compras en establecimientos físicos, con casi un 60% de preferencia, y también en las transacciones entre particulares, donde alcanza un 63%, según el 'Estudio sobre hábitos en el uso del efectivo en 2024', elaborado por el Banco de España.
A esta tendencia se suma la percepción del propio sector comercial. De acuerdo con un informe de Prosegur Cash, la compañía de logística de valores y de gestión integral del efectivo del Grupo Prosegur, más del 81% de los responsables de comercios considera muy importante mantener la opción de pago en efectivo en sus establecimientos.
Sin embargo, su uso se encuentra cada vez más condicionado por diversas barreras: desde las limitaciones legales que restringen su utilización, hasta la desaparición de cajeros en zonas rurales o la implantación progresiva del euro digital, como publica Servimedia.
En este sentido, Miguel Bandrés, director de Relación con Inversores de Prosegur Cash, ha advertido recientemente del riesgo que supone abandonar el efectivo sin contar con una alternativa plenamente fiable. “Si se implanta el euro digital, es muy importante que salga bien, porque, si no, es la credibilidad del sistema la que ponemos en juego”, ha afirmado. Bandrés defiende que el efectivo debe seguir presente en el ecosistema de pagos, especialmente en aquellas áreas donde el acceso a servicios financieros digitales resulta más limitado.