Los vigueses vencen por la mínima a Osasuna, que prolonga su preocupante racha a domicilio
Un gol de Iago Aspas de penalti, en una acción que genera él con un pase a Borja Iglesias en el primer balón que toca tras sustituir a Fer López, permite al Celta alimentar su sueño europeo tras derrotar por la mínima al Osasuna en Balaídos, donde los rojillos alargaron su preocupante racha a domicilio.
Ambos equipos se respetaron demasiado. Osasuna solo amenazó a Vicente Guaita con un disparo de Bryan Zaragoza nada más arrancar el partido y en un par de acciones de estrategia. Los de Vicente Moreno acusaron en exceso las bajas de Aimar Oroz y Areso.
El técnico rojillo retocó su sistema -formó de inicio con tres centrales y dos carrileros- para contrarrestar el juego ofensivo del Celta. Pero su equipo naufragó en Balaídos, donde en la segunda parte sufrió para conservar el empate ante un rival mucho más valiente.
Como muchas otras veces, el Celta regaló 45 minutos a su rival. Claudio Giráldez reservó a Iago Aspas para la segunda parte, y su equipo lo acusó. Sin él sobre el césped, el equipo celeste carece de un futbolista desequilibrante en campo rival. Aun así, dispuso de un par de ocasiones para abrir el marcador antes de que el capitán lo hiciese desde el punto de penalti. Lo evitó un gigantesco Sergio Herrera.
Pero un infantil error de Lucas Torró, al cometer penalti sobre Borja Iglesias, acabó con el ejercicio de supervivencia de su equipo. Aspas puso el 1-0 desde los once metros. Vicente Moreno refrescó su equipo, pero únicamente Arnaiz en el último suspiro amenazó a Guaita. El Celta encarrila su permanencia en Primera y sigue soñando con Europa, un objetivo que se le complica al Osasuna.