Inversores del continente asiático están impulsando proyectos como el de Mina Muga, en Navarra, y "reavivan" otros sectores clave como el energético, la automoción y el transporte.
El fortalecimiento de las relaciones comerciales entre España y China señala, según algunos analistas, el inicio de una nueva etapa en medio de las tensiones entre la Unión Europea y el gigante asiático por el coche eléctrico. En este contexto global, caracterizado por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, consideran que España se posiciona como un actor clave para atraer inversiones chinas en sectores como la minería.
En septiembre de 2024, la visita oficial de Pedro Sánchez a China escenificó el primer acto de una alianza clave con la transición energética, la innovación tecnológica y la revitalización industrial como ejes. Dentro de esta cooperación, las inversiones chinas están desempeñando un papel importante en la revitalización de sectores estratégicos como el energético y la industria de la automoción, que han encontrado un nuevo impulso después de haber experimentado un declive, según las mismas fuentes.
Después de experimentar un profundo retroceso debido al agotamiento de recursos tradicionales y a la falta de inversión en regiones como Asturias, la minería también está viviendo una transformación con el capital chino. Un claro ejemplo es Mina Muga, el mayor proyecto minero de España, destinado a la extracción de un mineral que ha adquirido una gran relevancia a causa de la interrupción de las cadenas de suministro globales y las últimas tensiones geopolíticas: la potasa.
Situado a caballo entre Navarra y Aragón e iniciado en 2012 de la mano de Geoalcali, indican que Mina Muga podría ser un proyecto estratégico para ambas regiones y perfilarse como un actor clave para el mercado internacional de fertilizantes dada la importancia de la potasa en los cultivo del trigo, el maíz y la soja.
En este sentido, Mina Muga ha logrado un avance financiero gracias a la materialización de la inversión del grupo chino Yankuang Energy, que ha recibido la aprobación para la compra de más de 360 millones de euros en acciones de Highfield Resources, empresa matriz de Geoalcali. Esta inversión supone un hito para la consolidación de la financiación del mayor proyecto minero de España que cuenta además con el compromiso inversor de otros dos socios estratégicos: Beijing Energy y el grupo singapurense Taizhong, cuyos movimientos se esperan en las próximas semanas, a la espera de un recurso judicial, como publica Servimedia.
En la actualidad, el proyecto se encuentra paralizado temporalmente por una decisión del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, que anuló los permisos necesarios alegando un defecto "de forma". El Gobierno de España, así como los de Navarra y Aragón, junto con la propia Geoalcali, han recurrido esta resolución. Algunas fuentes indican que pone en riesgo un proyecto de cerca de 700 millones de inversión y más de 1.800 empleos, caracterizado por su potencial socioeconómico, en una región castigada por la despoblación.
