Marea de plástico en Galicia: Fiscalía abrió diligencias hace un año por los 'pellets'

Hace ahora un año todas las miradas estaban puestas en Galicia al decidir la unidad especializada en Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado abrir diligencias por la aparición de pequeñas bolitas de plástico, de 20 miligramos de peso, en varias playas.

En 2024, Galicia navegó hacia las elecciones del 18F, que ganó el PP de Alfonso Rueda, con ese mar de fondo, causado por el vertido de pellets de un barco, el 'Toconao', en aguas portuguesas, el cual acabó llegando a la costa de la comunidad autónoma y se extendió por parte de la cornisa cantábrica.

Con todo, la crisis de aquellos granulados, utilizados normalmente como materia prima para la fabricación de bolsas y envases, acabó perdiendo efecto tras protagonizar aquella precampaña electoral con constantes cruces de acusaciones (diarios) entre los Ejecutivos central y gallego, de diferente color.

Aunque en realidad fue el 8 de diciembre de 2023, fecha constatada, cuando el carguero de bandera liberiana perdió seis contenedores frente a las costas de Portugal, uno de los cuales transportaba 1.050 sacos de granzas (26.250 kilos), la polémica tardó semanas en estallar.

Portugal sostuvo en todo momento que el mismo día del incidente se pasó aviso a España; cinco días después, un particular llamó en Galicia al teléfono de Emergencias para comunicar que había encontrado en una playa de Ribeira (A Coruña) un saco de granzas y el 20 de diciembre el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible de España indicó que había contactado con el Gobierno gallego, que, por su parte, mantuvo que esa jornada les entró únicamente un WhatsApp, sucinto, y que el correo electrónico detallado no llegó hasta el 3 de enero.

La Fiscalía de Medio Ambiente advirtió el 8 de enero de 2024 de los indicios de toxicidad de los pellets, que no son biodegradables ni pueden eliminarse; la Xunta, a través de la vicepresidenta segunda, Ángeles Vázquez, aseguró que del análisis realizado se desprendía que los gránulos no eran tóxicos, y la Comisión Europea alertó de que esas partículas se acumulan en animales, incluidos los peces y los moluscos, y, por consiguiente, también son consumidos por los seres humanos en los alimentos.

A ese respecto, surgió uno de los comentarios más criticados, el del conselleiro do Mar, Alfonso Villares: "Entran por donde entran y salen por donde salen", llegó a decir al ser cuestionado sobre un consumo accidental de estos granulados a través del pescado.

Galicia activó el nivel 2 de emergencia, pero después de que lo hiciera Asturias, para poder recibir la ayuda que ofreció el Gobierno español, al que le pidió que actuara en el mar, detectando y recopilando sacos.

En la costa, la Xunta activó un dispositivo de unas 200 personas para recoger las granzas, misión a la que se sumó una marea de voluntarios que, de paso, limpiaron los arenales de muchos otros plásticos, pues la contaminación del mar no es, ni mucho menos, exclusiva de pellets.

Los partidos de la oposición en Galicia le recordaron al PP la tragedia del 'Prestige', el petrolero que provocó una marea negra en la costa gallega a principios de siglo. En las redes sociales de los partidos de la oposición circularon imágenes de pellets y peces que no correspondían al vertido del 'Toconao'.

El 21 de enero, a menos de un mes para las elecciones gallegas, decenas de miles de personas se echaron a las calles de Santiago de Compostela en una manifestación convocada por organizaciones ecologistas y de defensa del mar y de los recursos pesqueros y marisqueros.

Y poco a poco, el asunto de los pellets fue pasando a un segundo plano en un mar al que le afectaron otros problemas, incluso las precipitaciones.