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Jueves 02/01/2025
 
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Andalucía

Ernesto de Hannover protagoniza un tenso altercado en un restaurante de Madrid

Después de una larga temporada sin protagonizar titulares por su controvertido carácter, Ernesto de Hannover vuelve a estar en el ojo del huracán

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  • Ernesto de Hannover. -

Después de una larga temporada sin protagonizar titulares por su controvertido carácter, Ernesto de Hannover vuelve a estar en el ojo del huracán por el altercado que protagonizó hace unos días en un conocido restaurante de Madrid -donde reside desde hace tres años- en compañía de su pareja, Claudia Stilianopoulos, y que ha sacado a la luz en redes sociales el chef del establecimiento, Stéphane del Río, indignado por la reseña negativa que la coleccionista de arte les dejó en una conocida web gastronómica.

"Viene a comer por tercera vez un aristócrata europeo asiduo a las portadas de prensa rosa y con un problema de alcoholismo conocido mundialmente. Rompe copas, las tira a los camareros, insulta al personal y a los otros clientes, grita, agrede al personal sanitario del Samur que viene a atenderle por un atragantamiento y se va cayendo de la borrachera" ha relatado el cocinero, asegurando que no ha sido algo aislado y que siempre que el exmarido de Carolina de Mónaco ha comido en 'Le Bistroman Atelier' se ha comportado de la misma manera: "Las tres visitas igual, la del Samur la última". "Cuando le digo a la mujer que si se comportan así la próxima vez avisaré a la policía, el bienestar de mi personal y de mis clientes está por encima de vender vinos caros, se enfada y me pone una mala crítica" ha estallado refiriéndose a Claudia.

Una versión muy diferente a la de la novia de Hannover, que se ha despachado a gusto contra el restaurante en la web TripAdvisor dejando una reseña negativa: "Comida bien. Calidad humana -0. Comí con un amigo diabético que tuvo una caída de azúcar que al recuperarse pierde la conciencia tras atragantarse. Le hice la maniobra de Heimlich y se recuperó saliendo a pie. La ambulancia llegó ya cuando quedó recuperado. El dueño llamó diciéndome que no volviera, ya que la primera vez que fuimos rompió una copa y la segunda vez que fuimos fue grosero (le trajeron la comida cuando todos ya estábamos acabando)" ha relatado, defendiendo que su pareja no estaba ebrio sino que sufrió una bajada de azúcar, y que no protagonizó ningún altercado, sino que al contrario recibieron un trato vejatorio por parte de los responsables del local.

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