En Andalucía, la falta de conocimiento y la percepción de dificultad siguen siendo barreras para el cambio de compañía eléctrica o tarifa, según un informe realizado por el comparador de energía Rastreator. Aunque el cambio de tarifa puede generar un ahorro anual promedio de 200 euros, tres de cada diez andaluces consideran que este proceso es complicado y prefieren no intentarlo. A pesar de esta percepción, el 82% de los andaluces cree que ajustar ciertos hábitos cotidianos les permitiría reducir considerablemente su factura de luz, lo que refleja una creciente conciencia en la región sobre la importancia de gestionar el consumo energético.
Este interés se enmarca en un contexto de aumento significativo de los costos de energía en España, donde los hogares han visto incrementos de hasta un 30% en comparación con el año pasado. Con motivo del Día Mundial del Ahorro de Energía, Rastreator investigó las creencias y prácticas de los españoles respecto al consumo eléctrico. El estudio subraya que el desconocimiento y la falta de accesibilidad para comparar tarifas siguen siendo problemas frecuentes, a pesar de los múltiples beneficios que conlleva una selección adecuada de tarifa.
Patricia Carril, responsable de energía en Rastreator, explica que “el primer paso para poder ahorrar en la factura de la luz es conocer el consumo del hogar”, y añade que es esencial entender bien la letra pequeña de los contratos de luz. "Con esta información, los consumidores pueden identificar qué tipo de tarifa se ajusta mejor a sus necesidades", afirma. Para muchas personas, entender el desglose de sus facturas resulta clave para evitar sorpresas y optimizar sus gastos.
Aumento en el cambio de compañías y tarifas
La creciente preocupación por los precios de la energía ha llevado a un número cada vez mayor de españoles a cambiar de compañía eléctrica en busca de tarifas más asequibles. Desde 2022, la cantidad de personas que han cambiado de compañía ha aumentado un 45%, y Rastreator prevé que en 2025 el número aumentará un 20% adicional. Este incremento refleja la intención de muchos hogares de buscar soluciones de ahorro más eficientes ante el encarecimiento de la energía.
Mitos sobre el consumo de los electrodomésticos
A nivel de consumo en el hogar, Rastreator desvela que existen ideas equivocadas sobre cuáles son los electrodomésticos que más energía consumen. Muchos creen erróneamente que el horno es el aparato de mayor consumo. De hecho, el 37% de los encuestados sitúa al horno como el electrodoméstico más demandante, seguido del frigorífico (25%), la secadora (19%) y la lavadora (13%). Sin embargo, según el análisis de Rastreator, el frigorífico gasta en promedio un 60% más que el horno, ya que permanece en funcionamiento las 24 horas. La secadora y la televisión, aunque menos utilizadas, también consumen más energía que el horno en términos proporcionales.
Carril comenta que ser consciente del gasto energético de cada aparato ayuda a los consumidores a realizar un uso más eficiente. "Conocer qué electrodomésticos gastan más luz puede ayudar al consumidor no sólo a saber el gasto real sino también a valorar si compensa invertir por otros con etiquetado clase A", explica, señalando que los electrodomésticos con eficiencia energética clase A pueden proporcionar un ahorro significativo a largo plazo. Entre las recomendaciones para reducir el gasto de electricidad en el hogar están ajustar la temperatura de la lavadora entre 30ºC y 60ºC, regular el termostato de la nevera para evitar un consumo innecesario y adoptar bombillas de bajo consumo. Además, el uso de interruptores inteligentes puede contribuir al ahorro, permitiendo un control eficiente del uso de electricidad.
El mito de cargar el móvil
La encuesta también revela que el 61% de los andaluces cree que cargar el móvil resulta más caro en función de la marca, siendo el iPhone la marca que perciben como la más costosa de cargar. Esta percepción se basa en la creencia de que los dispositivos de Apple requieren cargas más frecuentes que otros con sistema operativo Android. No obstante, el coste medio de cargar un móvil, independientemente de su marca, es apenas de 15 céntimos al mes, lo que representa un gasto mínimo en comparación con otros dispositivos de mayor consumo en el hogar. Carril aconseja que evitar cargar el móvil durante toda la noche puede reducir ligeramente el gasto y además prolonga la vida útil de la batería.