Dos reservistas israelíes murieron y un tercero resultó herido de gravedad en el ataque de este lunes con drones cargados de explosivos reivindicado por el grupo chií Hizbulá contra posiciones militares en Metula, en el norte de Israel.
Según confirmó este martes el Ejército, el dron no pudo ser interceptado y acabó con las vidas de Dan Kamkagi y Nahman Natan, ambos de 31 años y de la Brigada 551ª.
Hizbulá se atribuyó la responsabilidad del ataque contra Israel, que por su parte bombardeó unos 15 objetivos del movimiento en el sur del Líbano, en medio de una nueva intensificación de su fuego cruzado.
El Ejército israelí también confirmó este martes haber bombardeado con aviones de combate supuesta infraestructura de Hizbulá en Srebine, en el sur del Líbano, así como un puesto de lanzamiento de cohetes en Ayta ash-Shab.
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) también informó ayer lunes de una serie de intensos ataques aéreos contra varios puntos en los Valles de Iqlim al Tuffah y Jabal al Rihan, algunos de ellos concentrados en Lwaiza, a casi 20 kilómetros de la frontera de facto con Israel.
Horas antes, la madrugada del lunes, la aviación israelí ya bombardeó zonas del noreste del Líbano alejadas de la divisoria, lo que dejó al menos tres heridos en el Valle de la Bekaa (este), y también se registró un primer ataque de Hizbulá con "decenas" de cohetes contra una base militar en los Altos del Golán sirios ocupados por Israel, según el Ejército.
La violencia entre ambas partes se intensificó este domingo después de que cuatro miembros de una misma familia murieran en un ataque israelí contra el sur del Líbano, desencadenando los ataques en represalia.
El fuego cruzado fronterizo, iniciado el pasado 8 de octubre en el marco de la guerra de Gaza, es de los más graves entre las partes desde el conflicto que libraron en 2006, y muchos temen que pueda convertirse en una ofensiva abierta.
