El pasado sábado Barbate volvió a salir a la calle en un gesto que nos honra, demostrando que este pueblo cuando se une es más fuerte y que lo que la desgracia ha hecho debe de hacernos meditar sobre que sólo nosotros mismos podemos sacar adelante a este pueblo, concienciando a las administraciones de la tremenda injusticia a la que nos han sometido durante décadas, donde hemos puesto el suelo para el Estado y la OTAN, pero ni España ni nadie ha pagado nunca por ello, pero en cambio sí nos pasan las facturas por no cumplir con Hacienda y Seguridad Social además de privarnos de formación, empleo y dinero para mejorar nuestras calles.
Pocos días después, en concreto el pasado miércoles, conmemoramos el Día de Andalucía. Un nuevo 28 de febrero, el del 2024, que debería ser un alegato a la unión del pueblo andaluz, frente a las políticas diferenciales que se vienen desarrollando en la capital madrileña.
Barbate es a Andalucía lo que Andalucía es a España, y aún en peor posición viene dada la referencia de Barbate con España. Nuestro pueblo tienes su bandera, azul y roja, que es reciente, apenas unos años, pero que tiene los signos del desagravio del Estado español. De ella también brota la paz y la esperanza bajo el sol de nuestra tierra. Barbate, ya se ha levantado, no debemos volver a caer en la desidia, hay que seguir de pie, porque necesitamos tierra y mar para poder vivir en libertad. Sea por un Barbate libre, como reclamaba en los años 20 y 30 Miranda de Sardi y Tato Anglada, por Andalucía y por los barbateños y barbateñas, por eso no podemos volver a tumbarnos, a mirar con resignación como el pastel se lo reparten otros para dejarnos una bandeja vacía, debemos seguid de pie como el pasado domingo.
Los barbateños queremos volver a ser lo que fuimos, y mejorarlo. Hombres y mujeres que de luz y alma a todo aquel que viene a nuestra tierra, la gente nos conoce, somos un referente en el turismo nacional que necesitamos extrapolar más allá de nuestras fronteras, porque lo tenemos casi todo, pero no podemos tener más porque no tenemos capacidad de generar más servicios. Esos servicios que deberían llegar desde San Telmo o desde la carrera de San Jerónimo. Necesitamos pedir tierra, mar, pero también luz y agua, industria e inversores, y dinero para mejorar nuestras calles, es la única forma que tenemos de ser libres, generar nuestros propios recursos para ser autosuficiente, pero para ello debemos seguir de pie porque en los últimos 50 años nadie nos ha dado la mano para auparnos y continuar el camino.
El pasado sábado no pedimos solamente más dotación en seguridad, pedimos mucho más. Pedíamos dejar de ser el patito feo de la provincia de Cádiz, pedimos poder tener un teatro como lo tienen otros pueblos similares o más pequeños que el nuestro, industrias en nuestro polígono El Olivar, que genere empleo, infraestructuras para que los centenares de generadores culturales que han brotado de esta tierra puedan desplegar su arte, hoteles para hospedar el turismo, necesitamos que nos dejen seguir caminando y no nos pongan más palos en las ruedas. Barbateños pidamos libertad para nuestro pueblo y sigamos en pie. Hasta este momento, todo lo que tenemos lo hemos conseguido nosotros mismos, y sólo nosotros lograremos que tengamos lo que es nuestro de todo derecho. Como el himno que Blas Infante escribió para los andaluces, barbateños levantaos, para pedir lo que nos han arrebatado y mantengamos el orgullo de ser los únicos que hemos trabajado para conseguir lo que hoy tenemos.
