Navidades
Dan comienzo las fiestas más laicas del calendario, las fiestas en la que los creyentes dicen que nació Aquel por el que todo comenzó...
Dan comienzo las fiestas más laicas del calendario, las fiestas en la que los creyentes dicen que nació Aquel por el que todo comenzó. En un estado tan laico como el que vivimos no deja de sorprender que haya cosas tan fuertes que no se puedan cambiar. Quizás se prohíba hacer belenes, admitiendo quizás un árbol; y quizás se promueva la retirada de crucifijos en las escuelas, incluso católicas. Al fin y al cabo, se olvidan de lo más importante, la libertad. Y es que no hay mayor libertad que dejar que cada cual piense y actúe como quiera, sin necesidad de sentirse discriminado o ridículo por sus ideas.
Pero a pesar de la laicidad, llegan una fechas en las que nadie permanece ajeno a ellas. Puede que incluso se mofen, y se intente alegar que estas fechas no tienen ningún sentido mas allá del propio lúdico vacacional; nos dirán que ya no son fiestas religiosas; que ni siquiera son tradición; y se mofarán de quien les contradiga. La realidad es otra bien distinta.
Cierto que acaba el año, y cierto que quizás muchos ya no vivan estas fiestas de manera muy religiosa… pero…. Al fin y al cabo, se viven, se piensa, y se actúa. Quizás este año no sea muy bueno, la incertidumbre de qué va a ocurrir en los próximos meses asusta a muchas familias, y por una vez en mucho tiempo, el consumismo no será bestial. No pocos serán los que miren a las fiestas con miedo, deseando que pasen, con la ilusión puesta en que los que tienen alrededor comprendan que la cosa esta peor que mal. Quizás, sin que haya estado previsto, éstas sean unas navidades de esperanza, en donde sin saber a quién pedir, sin saber por qué se pide, sin comprender por qué nuestra mente se llena con frases destinadas a no sabemos quién… se pida ayuda. Puede que ésta no sea la Navidad con amor que muchos han vivido, pero de seguro que es una Navidad de fe y esperanza, de confianza en que el mañana llegará con otros aires. Acaso es malo soñar. Quién puede robarnos la esperanza, aquellos que mientras se ríen con sarcasmo nos dicen “bueno, usted es libre de creer en quien quiera… hilipollas”. No creo que estas navidades nadie esté exento de soñar, de pedir, de esperar. Y nadie, y creo no equivocarme, desde las mas laicas esferas del gobierno, hasta el más laico de los ateos sin confesión, que reconocen no creer en aquello en que están pensando para negar que existe (aunque de hecho ya al menos están en su cabeza), estarán a ajenos a la esperanza. Por una vez en muchos años, la Navidad no esta en crisis, sino que será quizás la esperanza a la crisis. No es tiempo de culpar o recriminar, es tiempo de amar, de soñar y de esperar. Quién sabe, esperemos que esta Navidad, al menos tengamos todos unos buenos pensamientos y de aquí salga algo bueno que nos lleve a todos a buen puerto.
Feliz Navidad a todos.
garciaromeu@icadiz.net
Pero a pesar de la laicidad, llegan una fechas en las que nadie permanece ajeno a ellas. Puede que incluso se mofen, y se intente alegar que estas fechas no tienen ningún sentido mas allá del propio lúdico vacacional; nos dirán que ya no son fiestas religiosas; que ni siquiera son tradición; y se mofarán de quien les contradiga. La realidad es otra bien distinta.
Cierto que acaba el año, y cierto que quizás muchos ya no vivan estas fiestas de manera muy religiosa… pero…. Al fin y al cabo, se viven, se piensa, y se actúa. Quizás este año no sea muy bueno, la incertidumbre de qué va a ocurrir en los próximos meses asusta a muchas familias, y por una vez en mucho tiempo, el consumismo no será bestial. No pocos serán los que miren a las fiestas con miedo, deseando que pasen, con la ilusión puesta en que los que tienen alrededor comprendan que la cosa esta peor que mal. Quizás, sin que haya estado previsto, éstas sean unas navidades de esperanza, en donde sin saber a quién pedir, sin saber por qué se pide, sin comprender por qué nuestra mente se llena con frases destinadas a no sabemos quién… se pida ayuda. Puede que ésta no sea la Navidad con amor que muchos han vivido, pero de seguro que es una Navidad de fe y esperanza, de confianza en que el mañana llegará con otros aires. Acaso es malo soñar. Quién puede robarnos la esperanza, aquellos que mientras se ríen con sarcasmo nos dicen “bueno, usted es libre de creer en quien quiera… hilipollas”. No creo que estas navidades nadie esté exento de soñar, de pedir, de esperar. Y nadie, y creo no equivocarme, desde las mas laicas esferas del gobierno, hasta el más laico de los ateos sin confesión, que reconocen no creer en aquello en que están pensando para negar que existe (aunque de hecho ya al menos están en su cabeza), estarán a ajenos a la esperanza. Por una vez en muchos años, la Navidad no esta en crisis, sino que será quizás la esperanza a la crisis. No es tiempo de culpar o recriminar, es tiempo de amar, de soñar y de esperar. Quién sabe, esperemos que esta Navidad, al menos tengamos todos unos buenos pensamientos y de aquí salga algo bueno que nos lleve a todos a buen puerto.
Feliz Navidad a todos.
garciaromeu@icadiz.net
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