Ya nos comimos un mes de nuestro recién iniciado año 2024, aunque no quede muy bien desearos un buen año en estas fechas, yo lo voy hacer, porque no he podido dirigirme antes a los lectores. Y es que nosotros, gente de la calle, debemos desearnos suerte porque depender de los dirigentes políticos se hace un poco inquietante, debido a la cantidad de mensajes incoherentes que son capaces de decir en pocos meses. Tenemos que defender los intereses de nuestra tierra esa tierra que sigue contemplando como siete diputados que reniegan de España, en Madrid, son capaces de coaccionar a un partido que ha sido votado por el conjunto de una nación, plegándose a los caprichos de unos políticos independentistas cuando ni ellos se ponen de acuerdo. Concesión de amnistía que luego ellos declinan por considerarlas insuficientes, concesión de deudas, y concesión de lo que haga falta. Luego a la otra esquina de la piel de toro, en Galicia, se preparan para unas elecciones autonómicas, por eso desde el Gobierno de toda España, les encarga a sus astilleros la construcción de un nuevo buque para la Armada, tal vez haya que esperar a unas nuevas elecciones en Andalucía para que a los astilleros gaditanos le encarguen un velerito.
Mi opinión, que no ha de ser la palabra del Señor, y que como siempre puede estar errada, es la misma que han expresado los que antes eran emblemáticos y referentes en las políticas progresistas y que parece ser que ahora son “muy fachas”. Estoy de acuerdo con Emiliano García Pages y con Felipe González, incluso teniendo en cuenta que me importa un pepino aliñado la amnistía, pero no me importa que se perdonen deudas o se incentive inversiones en otros puntos de España por mantener un Gobierno o por hacer campaña electoral o se banalice los actos terroristas, porque yo si recuerdo el busto que hay en el Congreso de los Diputados, de Ernest Lluch.
El Estado Español tiene una deuda con el pueblo de Barbate. Seguimos sin recibir absolutamente nada por el servilismo militar, seguimos sin que se reconozca los ingresos que nuestro pueblo ha dejado de recibir por los terrenos ocupados por los militares, el uso de unos terrenos por los que el Estado español debe percibir un dinero para las maniobras de la OTAN, y que los barbateños solo obtienen incomodidades, pero desgraciadamente este pueblo no tiene 7 diputados que hablen en barbateño para exigir una compensación económica, en infraestructura por el uso de esos terrenos. Por ese motivo, lo que este pueblo necesita es una reversión de lo que siempre ha sido nuestro, que vuelva los terrenos al pueblo de Barbate, que compensen o que se vayan. Pero advierto una cosa, cuando el día de mañana, el Gobierno de España recaiga en otras siglas políticas, que no vengan aquí, los que salen a decir que van a presentar una Propuesta No de Ley, o cualquier otra incitativa o propuesta para recuperar nuestros terrenos, porque han tenido muchas legislaturas para pensar, trabajar y pagar a los barbateños parte de lo que los barbateños, han dado a este país y a la OTAN.
Un año más, en el que esperamos con menos esperanza pero con mayor necesidad que este pueblo vea levantarse en su término municipal uno o varios hoteles, vivienda de protección oficial, el Cine Avenida, una subestación eléctrica para que no tengamos problemas energéticos, etc…, pero también un año más en que los barbateños trabajarán como cualquier español, y su pueblo recibirá sanciones por no haber pagado la Seguridad Social y Hacienda, mientras se premia a la sociedad catalana por declararse República Independiente y destrozar las calles de Barcelona. Como ya dije hace muchos años, cuando firmaba estas columnas como Peter sin Pan, yo también quiero la independencia, eso sí, pero una independencia donde sólo haya cabida para aquellos que sepan respetar las opiniones y faciliten la convivencia.