El presunto autor de la muerte del funcionario municipal llegó a los Juzgados pasadas las 13.30 horas entrando por la puerta trasera que da a la calle Dolores con el fin de evitar la aglomeración de gente propia de un primero de mes y puente festivo en los juzgados, con numerosos juicios, puestas a disposición judicial y personaciones. Declaró durante unas dos horas ante la titular del juzgado, saliendo pasadas las tres y media de la tarde, esta vez por la puerta principal y con el auto de ingreso en prisión sin fianza firmado.
Aunque sobre el caso se ha decretado el secreto de sumario, se sabe con razonable certeza que el presunto homicida se reunió con la víctima pasadas las cinco de la tarde del sábado, que pudo haber entre ambos un malentendido y que éste provocó la reacción violenta del joven tarraconense.
Manuel Pereira Fontao recibió más de treinta puñaladas con una navaja de mediano tamaño que U.A.L.N. había comprado días antes en una tienda de objetos militares de la Glorieta, zona que conocía al haber sido soldado profesional en la ciudad.
El fallecido pudo gritar pidiendo ayuda, lo que hizo que los vecinos llamaran a la Policía que se personó en el domicilio de la calle General García de la Herrán, 55 2ºC y observaran que por debajo de la puerta salía sangre.
Al no responder nadie, llamaron a los Bomberos que abrieron la vivienda, aunque el presunto homicida ya había escapado saltando por la ventana. No obstante, la Policía cree que el agresor estaba dentro cuando los agentes ya estaban en la puerta de la vivienda.
Los vecinos indicaron a las fuerzas del orden que el agresor había salido corriendo, con el cuchillo en la mano y una camiseta manchada de sangre, saltando por el patio interior a través de los cables de la televisión, por lo que emprendieron la persecución siguiendo esas indicaciones.
Detenido
Lograron atraparlo en la azotea de los bloques 21 y 22 de Cayetano Roldán, donde se había refugiado para esconderse, y se le incautó el arma con el que presumiblemente mató al funcionario municipal. Antes habían peinado la zona de la pasarela de Bahía Sur.
El presunto homicida había llegado a San Fernando nueve días antes de los hechos y estaba alojado en un hostal de la zona de la Glorieta. La reserva la tenía hecha hasta el día 31 de octubre, al día siguiente de la muerte de Pereira.
Según declaró el comisario provincial de Cádiz, José María Deira, U.A.L.N. había llegado a La Isla con la intención de empezar una nueva vida, no obstante, se compró la navaja “para sentirse seguro”, y se puso en contacto con Manuel Pereira a través de internet. De hecho, fue lo que estuvo haciendo durante los días previos al encuentro con el funcionario.
La Policía mantiene que no existía ninguna relación entre el agresor y la víctima antes del primer y único encuentro, por lo que considera que la colaboración ciudadana fue clave para poder atraparlo prácticamente in fraganti, ya que de otra forma hubiera sido muy difícil relacionarlo con el crimen.
La pericia policial puso el resto culminando el operativo antes de que se hiciera de noche y cuando hubiera sido muy difícil encontrarlo escondido en la azotea de los bloques de Cayetano Roldán, a medio kilómetro del lugar de los hechos.
