El Papa Francisco ha reconocido que las "limitaciones" para caminar hacen más difícil continuar con el mismo ritmo de viajes que al comienzo de su pontificado y ha deslizado que a un futuro viaje a Vietnam podría ir su sucesor.
"En cuanto al viaje a Vietnam, si no voy yo, seguro que irá Juan XXIV. Es seguro que irá, porque es una tierra que merece ir, que tiene mi simpatía. Sobre los otros viajes está Marsella y luego hay alguno en un pequeño país de Europa y estamos viendo si podemos hacerlo pero, te digo la verdad, para mí ahora hacer un viaje no es tan fácil como al principio, hay limitaciones para caminar y esto limita, pero ya veremos", ha manifestado el Pontífice, este lunes, en la rueda de prensa en el avión durante el trayecto de Mongolia a Roma, según informa el portal oficial del Vaticano 'Vatican News'.
En todo caso, ha destacado que "Vietnam es una de las experiencias de diálogo más hermosas que ha tenido la Iglesia en los últimos tiempos" y cree que "tarde o temprano los problemas se superan". "Hace poco hemos hablado libremente con el presidente de Vietnam. Soy muy positivo respecto a las relaciones", ha subrayado.
En cuanto a las relaciones con China, Francisco ha asegurado que "son muy respetuosas". "Personalmente tengo una gran admiración por el pueblo chino, los canales son muy abiertos, para el nombramiento de obispos hay una comisión que trabaja desde hace tiempo con el gobierno chino y el Vaticano, luego hay muchos o mejor dicho hay algunos sacerdotes católicos o intelectuales católicos que son invitados a menudo a las universidades chinas a dar cursos", ha añadido.
Además, sobre la misión del cardenal Zuppi a Pekín, ha precisado que es "una misión de paz". "Ha hecho un plan para visitar Moscú, Kiev, Estados Unidos y también Pekín. El cardenal Zuppi es un hombre de gran diálogo y visión universal, tiene en su historia la experiencia del trabajo realizado en Mozambique en la búsqueda de la paz y por eso le he enviado", ha afirmado.
LA HERENCIA RUSA
Por otro lado, preguntado por la polémica suscitada por sus declaraciones en un encuentro telemático con jóvenes católicos rusos sobre la herencia de figuras como Pedro el Grande y Catalina II, que fueron entendidas en algunos ámbitos como una exaltación del imperialismo ruso, el Papa ha reiterado que se trataba de una invitación a no olvidar su gran herencia cultural.
"Dije de hecho la idea de la gran Rusia, porque la herencia rusa es muy buena, es muy hermosa. Piensen en el campo de la literatura, en el campo de la música, hasta un Dostoevskij que hoy nos habla de humanismo maduro; ha asumido este humanismo, que se ha desarrollado, en el arte y en la literatura", ha explicado.
Si bien, ha admitido que quizá no fue "del todo correcto" el último elemento al que se refirió, cuando recordó lo que aprendió en la escuela: "Pedro I, Catalina II". "Este elemento puede no ser del todo correcto; No lo sé. Que nos lo digan los historiadores", ha añadido.
"En Rusia ha habido años oscuros, pero la herencia siempre ha permanecido así, a la mano. Luego usted habla de imperialismo. Y yo no estaba pensando en imperialismo cuando dije eso, estaba hablando de cultura, y la transmisión de la cultura nunca es imperial, nunca; siempre es diálogo, y estaba hablando de eso", ha precisado.
En todo caso, ha aprovechado para advertir de que "hay imperialismos que quieren imponer su ideología". "Ese es el veneno. Se utiliza la cultura, pero destilada en ideología. Esto hay que distinguirlo, cuando es la cultura de un pueblo y cuando son las ideologías que luego surgen para algún filósofo, algún político de ese pueblo. Y esto lo digo para todos, incluso para la Iglesia", ha concretado.
EL SÍNODO NO ES UN PROGRAMA DE TELEVISIÓN
Precisamente, hablando de ideología, el Pontífice ha advertido de que "en el Sínodo no hay lugar para la ideología" y ha avisado de que la asamblea sinodal "no es un programa de televisión" en el que se habla "de todo" y tampoco es "un parlamento" sino un momento de "intercambio religioso".
Preguntado por las críticas al Sínodo desde algunos círculos católicos y por el miedo de algunos a que cambie la doctrina, Francisco ha alertado de que en la raíz de estas ideas se encuentran
"ideologías". "Defienden una doctrina entre comillas, que es una doctrina como el agua destilada, no tiene sabor a nada y no es la verdadera doctrina católica que está en el Credo", ha comentado.
Sobre la actualización de la encíclica 'Laudato si' y sobre los jóvenes activistas, el Pontífice ha rechazado los extremismos pero ha destacado que le gusta que los jóvenes "luchen bien" sin dejar que entre la "ideología o la presión política". "Hay algunas novedades sobre algunas COP y algunas cosas que todavía no se han resuelto y hay urgencia por resolverlas. No es tan grande como 'Laudato si', pero está haciendo avanzar a 'Laudato si' hacia cosas nuevas", ha abundado sobre el nuevo documento que verá la luz el 4 de octubre.