Es decir, que la entidad espera ganar en la segunda mitad del año como poco 71,1 millones y previsiblemente después de volver a hacer dotaciones, porque aunque la morosidad a cierre de junio bajó al 5,39% -frente al 5,55% de un año antes-, Caja Madrid advierte de que “ni en este año, ni en el que viene habrá una mejora
sustancial de la economía”.
Al menos, hasta el punto de que la actividad y el empleo se recupere lo suficiente para que repercuta en el negocio financiero con una mayor actividad.
Ante esta realidad, fuentes de la entidad explicaron que la caja prefiere seguir actuando con prudencia, lo que no quita para que presuman de liquidez y aseguren que el nuevo grupo financiero que crearán junto a Bancaja y otras cinco cajas menores no necesitará inyecciones de capital.