Real Madrid y Sevilla vuelven a protagonizar un choque que asegura goles, sobre todo en los últimos referentes en el estadio Santiago Bernabéu, y espectáculo. En él, los blancos buscan venganza tras caer en la primera vuelta, cuando buscaba una filosofía de juego, en una derrota que le bajó de la nube en la que comenzó el campeonato.
Comienza ante el Sevilla una semana clave para el futuro madridista. No piensa Manuel Pellegrini en la final europea que afronta obligado a remontar ante el Olympique de Lyon, para no ampliar la maldición de octavos de final, y saldrá con todo en Liga. Sin reservar jugadores y con la mentalidad de seguir demostrando al Barcelona las credenciales por el título.
Llega embalado el Real Madrid al Bernabéu, donde ha ganado todo lo que ha jugado en Liga –sus doce compromisos con un balance de 41 tantos a favor y 8 en contra–, y con una racha de seis victorias consecutivas. Las últimas con un alto promedio goleador, marcando seis al Villarreal y cinco al Tenerife.
Dice Pellegrini que no cambia su estilo en función del rival. Sí lo hará en defensa, ya que aprendido el error de Lyon –donde Govou volvió loco a Marcelo– apostará por Álvaro Arbeloa como el arma anti-Navas y mantendrá a Sergio Ramos como lateral, para intentar frenar al argentino Perotti.
Bonitos duelos, como los que afrontará la defensa sevillista para intentar contener la potencia de Cristiano Ronaldo y la racha goleadora del Pipita Higuaín.
La gran novedad en el Real Madrid es el regreso de Guti, un mes después y recuperado de su pubalgia, aunque comenzará en el banquillo.
Por su parte, el Barcelona viaja a Almería para intentar conservar el liderato en Primera antes de que el Real Madrid se mida ante el Sevilla, en un duelo marcado por el pulso entre dos entrenadores que se reconocen como amigos y comparten la misma filosofía: Juan Manuel Lillo y Pep Guardiola.
Amigos desde que se conocieron en Oviedo en 1996, Lillo y Guardiola compartieron incluso el grupo de trabajo de la candidatura a la presidencia del Barcelona de Lluís Bassat. Por primera vez pondrán en práctica sus visiones del fútbol en un pulso frente a frente.
Guardiola deberá retocar su defensa para cubrir la ausencia de Gerard Piqué, sancionado por acumulación de amonestaciones, aunque el puesto de central es uno de los mejor cubiertos en la plantilla: Márquez sólo ha podido entrenarse un día, por lo que Milito –más rápido y experimentado que Chygrynskiy– apunta a titular junto al capitán Carles Puyol.
En la medular, Touré y Sergio Busquets podrían compartir titularidad si el técnico apuesta por adelantar la posición de Iniesta para colocarle como teórico extremo izquierdo, ante la baja forma de Henry, aunque Pedro, autor del primer gol ante el Málaga, también tiene opciones de ser titular.