Iniciativa Progresista Jerezana (IPJ) se encuentra inmersa en una pugna interna por el liderazgo con José Hurtado y Antonio Conde como grandes protagonistas. La disputa ha salido a la luz pública después de que Conde -arropado por el resto de coordinadores de la formación política- haya desautorizado a quien se suponía venía ejerciendo como coordinador general de IPJ.

Sin embargo, el propio Conde ha divulgado un escrito que Hurtado le remitió a través de burofax en noviembre de 2008, presentando su dimisión con carácter irrevocable. Esa decisión no se hizo pública entonces con el objetivo de evitar dañar la imagen del partido y a la espera de la celebración de la asamblea general, prevista para el próximo mes de marzo.

A pesar de aquella dimisión, Hurtado ha reaparecido en las últimas semanas remitiendo un par de notas de prensa a los medios de comunicación, motivo por el cual Conde y el resto de coordinadores han salido a la palestra para desautorizar públicamente a quien fuera candidato a la Alcaldía en las municipales de 2003.

Los términos del escrito rubricado en su momento por Hurtado, así como la desautorización de Conde, no dejan lugar a la duda sobre las relaciones entre ambos. Así, Hurtado denunciaba actitudes “mezquinas” en el seno del partido que le habían afectado en el ámbito “personal” e incluso “familiar”.

Por su parte, el comunicado firmado por Conde y el resto de coordinadores del partido, advierte de que ya desde noviembre del pasado año se venía observando cómo Hurtado trataba de desarrollar una “estrategia” para “empañar” la imagen de IPJ.

El escrito trata de enviar un mensaje “tranquilizador” a los militantes y simpatizantes de esta formación política, vaticinando que todo quedará “solucionado” una vez que se celebre la próxima asamblea general.
Conde, de hecho, se muestra convencido de que la alternativa que plantea IPJ saldrá “fortalecida” de esa asamblea, avanzando su intención de presentar su candidatura para ocupar la máxima responsabilidad del partido en el caso de que encuentre los apoyos necesarios.

En cualquier caso, a nadie escapa que esta disputa interna llega en el peor momento posible, toda vez que apenas resta un año para la celebración de las elecciones municipales. IPJ acudió a los últimos comicios de la mano del PSA, habiéndose enfriado las relaciones de manera sustancial en los últimos años.