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Habladurías

Calor

...Existe una especie de aletargamiento de la acción, de inmovilismo, que llama mucho la atención. ¿Esto por qué?

Publicado: 30/07/2022 ·
21:12
· Actualizado: 30/07/2022 · 21:12
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  • Calor. -
Autor

Cristóbal Domínguez Durán

Dedica la mayor parte del tiempo a la lectura, la escritura y la docencia. En ese orden. Luego hace otras cosas

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Hablaremos aquí de temas variopintos. Nuestro viaje no tiene un rumbo claro

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Sudor, duchas intermitentes, ruido de ventiladores, los gatos, pobres, rodando por el suelo en busca de un trozo de superficie de temperatura razonable. La casa a oscuras, con las persianas abajo procurando que no se filtren los rayos de sol hacia dentro. Una tenue lamparita árabe, de color azul, ilumina lo que ha de ser iluminado.

En Granada, como en casi toda la península, las tardes en las que uno debe quedarse en casa son especialmente duras este verano, y si abrimos los ojos a la realidad y vemos noticias o, mejor, artículos de especialistas, no es difícil llegar a la conclusión de que todo esto se va a la mierda. Sin embargo, pese a que la mayoría somos  conscientes de que estas temperaturas son insostenibles a medio plazo para numerosas especies del planeta Tierra, incluidos nosotros, y percibamos claramente que este calor es síntoma de algo nada bueno, existe una especie de aletargamiento de la acción, de inmovilismo, que llama mucho la atención. ¿Esto por qué?

Si uno va a leer lo que dicen los organismos sobre el tema y, por ejemplo, lee lo que dice la ONU a través del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), observa frases como esta: “la influencia del ser humano en las causas que promueven el cambio climático está fuera de toda duda”. Otros informes de esta misma organización y de otras semejantes desarrollan su concepto favorito: antropoceno. Este concepto dice que el calentamiento global es debido a las actividades realizadas por los seres humanos a lo largo de la historia, de modo que, para ellos, el ser humano sería una especie de plaga que no tiene solución a largo plazo, al menos en nuestro planeta. No debemos olvidar que la ONU es un organismo político.

Bien, ante esto, normal que nos quedemos en el inmovilismo. Si los mensajes que nos llegan tienen que ver con que no tenemos solución, con que somos un veneno para el planeta, o nos suicidamos masivamente o poco podremos hacer frente a lo que se nos viene. Creo que el problema en cuestión viene cuando la causa se pone en nosotros como especie y no en la realización de unas concretas actividades que hemos adoptado como sistema de vida. Si nos adentramos en análisis científicos rigurosos, damos con que las etapas de la historia relacionadas con el calentamiento global están asociadas a algo innombrable para muchos, el capitalismo. La mercantilización de la vida y de los recursos naturales no son característicos de los seres humanos, son característicos de un sistema histórico, social, económico y colonial que lleva ese nombre, cuyas consecuencias, entre muchas otras, son las circunstancias climáticas tan peligrosas que vivimos este verano.

El fin del capitalismo, ese punto de la historia por el que todas las mentes se precipitan, pueda quizá venir solito, con la acción, mientras nos preocupamos por reducir sus desastrosas consecuencias ecológicas o, lo que es lo mismo, mientras nos damos cuenta de que el mito del crecimiento infinito nos distancia de la hasta ahora única casa posible, la Tierra.

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