El Obispado de Almería y la Hermandad de Ánimas de Topares, pedanía del municipio almeriense de Vélez-Blanco, mantienen un pulso por la titularidad de un unos locales parroquiales alrededor de la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, que ha provocado una denuncia que ahora la Diócesis pretende retirar.
Aunque estaba previsto que se celebrase una vista el próximo 2 de febrero ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de Vélez Rubio por un presunto delito de usurpación de estos locales, el vicario general, Ignacio López Román, ha señalado hoy en un comunicado que la retirará en pos de encontrar una solución dialogada.
Asegura que se ha invitado “en varias ocasiones al diálogo a las distintas personas implicadas en esta cuestión, sin que haya sido posible”. “De nuevo en este momento, una vez más, los invitamos al acuerdo dialogado en una nueva convocatoria el próximo viernes (…) para que los implicados en el conflicto nos sentemos a hablar y podamos llegar a un entendimiento”, afirma.
En dicho comunicado el vicario general apunta que “una de las primeras cuestiones” que se encontró al llegar la Vicaría General fue la existencia de estos locales que pertenecen a la Parroquia pero que “están siendo administrados por una hermandad la cual los alquila a otras personas sin la aprobación expresa del Obispado, propietario de dichos inmuebles”.
Explica que estos locales se encuentran en el terreno que ocupaba el antiguo cementerio parroquial y que fue trasladado fuera del núcleo urbano a mediados del siglo XX. Estos inmuebles están formados por el salón parroquial que actualmente se utiliza como bar, bajo el nombre de “El Corralillo”; la casa parroquial que se usa como tanatorio; y el antiguo teleclub que lo conforman, en la planta baja, una oficina bancaria de Unicaja y, en el piso superior, una peluquería.
“Todos estos locales siempre han pertenecido al Obispado, algo que nunca se había discutido en el pueblo hasta este pasado verano”, dice, añadiendo que consta como propietario en el Registro de la Propiedad y que la Diócesis tiene un contrato de 2007 firmado por Alfonso Serrano Marín, como presidente-representante de la Hermandad de Ánimas de Topares a través del cual alquila en régimen de “arrendamiento de local de negocio” (sic) el salón que es utilizado como bar, llamado “El Corralillo”, a otra persona.
“En dicho contrato se afirma en el punto tercero del mismo que “el arrendatario declara conocer y someterse a las Normas y Estatuto de esta Hermandad de Ánimas, así como que ésta no es la propietaria del local, sino una mera administradora, correspondiéndole la propiedad del mismo al Obispado de Almería”, apunta.
Afirma que estos salones están siendo “usados unilateralmente” por la hermandad, reconociendo que si bien los alquileres no hacen “rico” a nadie, la situación es “anómala”. En este sentido, incide en que dicha hermandad no tiene entidad jurídica reconocida o estatutos actualizados desde el siglo XIX.
“¿Podría un juez o jueza conceder la razón al Obispado en este asunto? Con el máximo respeto a la justicia y no queriendo ser imprudente, creo que sí. Pienso que los argumentos están de nuestra parte. Pero me pregunto: ¿Queremos ganar esto ante la Justicia? Pues con toda sinceridad, aunque muchos me han manifestado que va a ser la única forma de solucionar esto, a nosotros nos gustaría que fuese de otra manera”, añade, insistiendo en que “no se trata de vencer, sino de convencer”.