Que levante la mano quién no sea de filetes empanados. Alimento imprescindible en un día de playa o de campo, personalmente los prefiero en plato, recién hechos y con sus cubiertos y sus patatas fritas (en sartén, faltaría más).
La también llamada milanesa, se inspira en la cotoletta alla milanese. Su origen no está del todo definido, aunque en el siglo XIX se conocía en España como chuletas de ternera a la milanesa y se señalaba a su origen italiano.
Desde el XX es una comida típica de las cocinas argentina y venezolana gracias a la migración italiana, alemana y austríaca.
Recuerdo la milanesa que preparaban en la pizzerria Capri, con esa salsa mayonesa casera, y la que sirve la excelente cocina del Casino Nacional.
En esta ocasión me voy a referir a la milanesa a la napolitana de un restaurante de reciente apertura. En La Carboneria, su jefe de cocina Carlos Herrero, se ha sacado de la manga una versión tan personal como acertada. El escalope lo corona con queso parmesano y con un velo de panceta. Lo que viene siendo rizar el rizo de un plato extraordinario. Allí lo sirven con patatitas al horno, por cierto.
RESTAURANTE LA CARBONERíA. Calle Letrados, 7. 11403 Jerez, Cádiz.
