La hacienda municipal de Arcos está de enhorabuena al haber obrado un hito histórico después de casi tres décadas: arrojar un remante positivo de tesorería; hecho que se produce tras la liquidación del ejercicio de 2020 que ha dejado 2,9 millones de superávit en las cuentas públicas. Hasta ahora este marco económico nunca se había producido, entre otros motivos porque el Ayuntamiento no había logrado la estabilidad presupuestaria, cumplir la regla de gasto y rebajar su porcentaje de endeudamiento.
La clave, como en cualquier economía familiar, no ha sido otra que la regla de oro: no gastar más de lo que se ingresa. En 2015 fueron múltiples los problemas económicos, con deudas con Hacienda y Seguridad Social, proveedores, sentencias judiciales, etc., que en muchos casos se han podido satisfacer con recursos propios. Como ejemplo, había una voluminosa deuda con el Consorcio de Bomberos, se debía un millón de euros a la compañía suministradora de la energía eléctrica, también 800.000 euros a la planta de Las Calandrias u otro millón de euros en concepto de combustible, por citar algunos casos ya felizmente superados.
Ahorro económico
Hasta hace poco la deuda con Seguridad Social y Hacienda se estaba pagando a un 25 por ciento de interés, mientras que ahora con el traspaso a una entidad bancaria se paga prácticamente al cero por ciento, lo cual está suponiendo un importante ahorro a las arcas públicas.
El nuevo marco económico no es más que el fruto de una política responsable con el uso del dinero público, a pesar de que esta gestión no haya tenido aún una plasmación social. Aun así refleja la capacidad de liquidez de la que dispone el Ayuntamiento, que a partir de ahora está en disposición de cumplir con algunas inversiones que considera esenciales, comenzando por la terminación de la piscina cubierta, un plan de asfaltado, la mejora de la iluminación pública en El Santiscal y la construcción de nuevo edificio para albergar el Centro de Atención Infantil Temprana cuyas instalaciones actuales no permiten la ampliación del número de usuarios, así como la adjudicación del camping Lago de Arcos, la mejora del cementerio municipal, el aumento del gasto social y otras actuaciones, entre las que caben posibles ayudas al sector hostelero como viene reclamando una parte de la sociedad.
Asimismo, el Ayuntamiento no tendrá tantas limitaciones económicas y, una vez pasada “esta travesía” está en condiciones de aprobar el Presupuesto General, que posiblemente vea la luz en enero próximo. De hecho, el equipo de Gobierno anuncia una próxima convocatoria a los grupos de la oposición para informar de sus planes respecto a los presupuestos.
Informe de Airef
El alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, no cabe más en gozo al tratarse de una noticia “a la que no estamos acostumbrados y porque es un hecho histórico”. Es por ello que agradece profusamente el trabajo del departamento municipal de Hacienda con su delegada y técnicos a la cabeza. Además, ha agradecido emocionadamente a sus compañeros delegados la paciencia que han demostrado estos años ante las limitaciones que han sufrido en el gasto público.
Sin embargo, ha admitido el reciente informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) que dejaba en un lugar muy dudoso a la hacienda municipal de Arcos. Este informe no contemplaba las liquidaciones presupuestarias de 2019 y 2020 que han sido claves, por lo que el documento, a día de hoy, experimentaría un resultado completamente distinto que el Gobierno municipal espera sea encajado por la oposición.
A la oposición
Gambín ha señalado para la oposición, que estos datos no son los del equipo de Gobierno, sino los del servicio de Intervención de Fondos, con lo que pretende no recibir críticas políticas. Gambín ha dicho que “las noticias económicas no son muy populares, pero a partir de ahora se puede hablar de otra realidad”. Su compañera delegada de Hacienda, María José González, ha suscrito las palabras del alcalde y ha subrayado que el remanente positivo de tesorería viene a reflejar que hay otra manera de gobernar, pensando en los ciudadanos, usando responsablemente los recursos y “haciendo las cosas bien”.
González Peña asegura que se han puesto los cimientos para un mejor futuro económico. La delegada ha recordado la flexibilización de las medidas fiscales desde el Estado respecto a los ayuntamientos durante la pandemia. Aun así, el Ayuntamiento ha ido pagando religiosamente a sus proveedores y mejorando día a día su nivel de endeudamiento en los bancos.