El pueblo isleño vive intensamente esta particular Semana Santa sin procesiones en las calles por la pandemia de la Covid-19. Fue un Martes Santo de fuerte viento, desapacible, pero que provocó colas para ver a los titulares en el interior de los templos.
Solo la cofradía del Huerto dispuso de altares extraordinarios para sus titulares. La Virgen de Gracia y Esperanza Coronada lució en su altar con las mejores galas y su candelería encendida. A su frente, el Señor en la Oración en el Huerto con los apóstoles dormilones a sus pies. Fue la gran sorpresa del Martes Santo, de una cofradía que además ofreció un almuerzo especial a las familias de Cáritas de la Pastora.
Antes de las 17,30 horas en las inmediaciones de la iglesia de San José Artesano, horario de apertura de puertas, ya había una gran cola en la puerta para ver a los titulares de la Hermandad del Prendimiento, hermandad que tiene gran devoción en su barrio, y aunque por las circunstancias no pueda hacer su salida procesional sus hermanos y devotos no faltan a la cita su cita con el Martes Santo. A las 17,45 coincidiendo con la hora de salida de la hermandad, se realizó un repique de campanas, recordando que en ese momento debería estar efectuando su salida la hermandad. El templo estuvo abierto hasta las 21,00 horas para que todos aquellos que quisieran pudieran visitarlo.
En la iglesia Vaticana y Castrense de San Francisco se expusieron los titulares de la hermandad de la Caridad, en este caso en su altar de diario, acompañado del libro de reglas, la bandera de la hermandad y el guión sacramental.
La Virgen de la Caridad vistió como corresponde al Martes Santo. La cofradía celebró a las 11,30 de la mañana una misa a la que asistieron hermanos de esta corporación, a las 19,00 se realizó otra misa coincidiendo con la hora de la salida procesional de la Hermandad.
Tras esta misa se originó una larga cola para entrar en el templo y poder ver a la Caridad y al Cristo de la Salvación. La afluencia por la tarde también fue importante desde que se abrieron las puertas de San Francisco tras la pausa del mediodía.