El alcalde de Benalmádena, Víctor Navas; y la concejala de Bienestar Social, Alicia Laddaga, han presentado esta mañana el proyecto de ‘vivienda puente’ impulsado por el equipo de gobierno para dar cobertura a las personas en situación de exclusión socio-residencial.
El alcalde ha comenzado su intervención poniendo en valor el trabajo realizado desde Servicios Sociales en un contexto tan complicado: “Todos somos conscientes de la situación de crisis económica y social que se está viviendo a consecuencia de la pandemia, y aunque somos optimistas y esperamos que este verano comience la recuperación económica de la ciudad una vez se extienda la vacunación y se eliminen las restricciones de movilidad, también somos conscientes de que a muchas familias y empresas les va a costar salir adelante”.
“La administración debe realizar un esfuerzo importante para paliar los efectos de la crisis económica, y por ello en el presupuesto municipal para 2021 hemos aumentado un 30% el gasto público”, ha recordado Navas.
“En este contexto, hemos incluído una partida nueva para la creación de este proyecto de ‘vivienda puente’, nacido para dar cobertura a quién peor lo está pasando como consecuencia de esta crisis económica”, ha subrayado Navas.
El alcalde ha explicado el significado del concepto ‘vivienda puente’: “Se trata de un recurso de emergencia para un momento determinado en el que un usuario de los servicios sociales en situación de vulnerabilidad se encuentre desamparado, y con el riesgo de tener que dormir en la calle, aportando de forma temporal un lugar en el que pernoctar, hasta que se encuentre una solución habitacional”.
“Este proyecto está englobado dentro de la política de vivienda de emergencia, que iremos explicando en las próximas semanas, y con la que queremos crear una estrategia transversal para disponer de viviendas puente para casos de necesidad extrema, además de contar con la posibilidad de financiar alquileres para quienes peor lo están pasando, y de acaparar suelo para que en el dia de mañana tener la oportunidad de crear viviendas sociales”, ha anunciado el alcalde.
“El aumento del gasto público en Bienestar Social se articulará en torno a transferencias directas a colectivos sociales como AFAB, ABAD, AFESOL, Cudeca, AECC o Asís, que ayudarán a la adminitración local a la recuperación social de la ciudad”, ha recordado.
“También hemos optado por un cambio de trabajo en la metodología de Servicios Sociales para no dar lugar a convocatorias que ralenticen la concesión de ayudas, optando por otorgarlas directamente a través de los propios trabajadores sociales, y reforzándolas con un incremento en los fondos municipales dedicados a ayudas económico-familiares y de emergencia”, ha añadido.
“No estamos escatimando ni un recurso municipal: cada céntimo de la recaudación municipal se destinará a dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía en uno de los momentos más complicados que ha vivido el país como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia”, ha concluido.
“Los denominados programas ‘housing led’ pueden dirigirse no sólo a personas sin hogar, sino también a personas en situación de exclusión residencial por cualquier motivo social o personal, ya que constituyen una fórmula para prevenir la situación de desamparo provocada por distintas causas, como puede ser el desahucio de la vivienda habitual, pérdida del empleo y carencia de rentas o una situación de violencia de género”, ha explicado Laddaga.
“El proyecto está integrado por dos viviendas semi supervisadas por un profesional, alquiladas en el mercado libre del municipio, y deben estar bien comunicadas y cercanas a servicios públicos de referencia (servicios sociales, centro de salud, transportes, etc)”, ha precisado Laddaga.
“Una de ellas podrá estar dirigida a mujeres y otra a hombres. Excepcionalmente, el recurso se dirigirá a familias, siendo objeto del proyecto la atención de personas solas sin ningún apoyo familiar o social”, ha matizado.
El número de plazas totales será de 8, reservándose 2 de ellas a una vivienda para mujeres.
La estancia en el recurso será temporal, estableciéndose un máximo de 12 meses de estancia, siempre condicionado al cumplimiento del reglamento de régimen interno del recurso, y del plan de intervención consensuado con el técnico de referencia y los servicios sociales comunitarios.
“Se contará con el apoyo profesional de una persona contratada a jornada completa, que atenderá las dos viviendas”, ha anunciado Laddaga. Dentro de sus funciones principales se encontrará el acompañamiento psicosocial de las personas beneficiarias del proyecto, gestión de incidencias en la vivienda, coordinación con los servicios sociales municipales y la elaboración y seguimiento del itinerario personalizado de cada caso atendido, puesto que el objeto del proyecto es el acompañamiento técnico para que la persona se emancipe del mismo, logrando una inserción social autónoma.
Las necesidades básicas de las personas se solventarán, en caso de no contar las mismas con ingresos, con un sistema de becas de apoyo entregadas por el técnico, justificándose todos los gastos con factura.
“Hemos dedicado en los presupuestos de este año una partida de 61.442,79 euros para la puesta en marcha de este proyecto de viviendas puente”, ha finalizado Laddaga.
