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50 años de la aprobación de la ley del divorcio que transformó Italia

Italia, junto con España e Irlanda, era uno de los últimos países de Europa donde aún no se había aprobado el divorcio

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  • Italia. -

El país descrito por Pietro Germi en su célebre película "Divorcio a la Italiana" (1961), una comedia sobre el único método entonces para poder separarse: la traición de la mujer, cambió radicalmente a partir de 1970, cuando tras una dura batalla que duró años se aprobó la ley del diputado socialista Loris Fortuna sobre la disolución del matrimonio.

Tuvieron que pasar después cuatro años e incluso la celebración de un referéndum para que entrase en vigor la ley, pero con su aprobación en el Parlamento comenzó el proceso de secularización de la sociedad italiana y una etapa de reformas sociales.

Italia, junto con España e Irlanda, era uno de los últimos países de Europa donde aún no se había aprobado el divorcio.

UNA SESIÓN DE 18 HORAS PARA LA ULTIMA VOTACIÓN

El 1 de diciembre de 1970, tras una de las sesiones más largas del Parlamento italiano, Fortuna logró que se aprobara su ley de divorcio, con las correcciones que le hizo el diputado liberal Antonio Baslini, con 319 votos a favor en la Cámara y el apoyo de socialistas, comunistas, republicanos, radicales, socialdemócratas y liberales.

Mientras que los 286 votos en contra fueron de la Democracia Cristiana (DC) y de los neofascistas del Movimiento Social Italiano (MSI).

Un resultado que llegó al término de una sesión parlamentaria que duró más de 18 horas. Eran casi las seis de la mañana y la votación había comenzado a las diez del día anterior.

Determinante y paradójico fue el apoyo del Partido Comunista, que en principio fue muy receloso con la ley, y durísima la oposición de la Democracia Cristiana, armada por la Iglesia católica.

La batalla la llevó a la calle el Partido Radical de Marco Pannella y de Emma Bonino y el LID, la Liga Italiana Divorcio y por grupos de mujeres que exigían igualdad de derechos y dignidad con respecto a los hombres.

CUATRO AÑOS PARA CONCLUIR EL PROCESO DE APROBACIÓN Y UN REFERÉNDUM

Para completar el proceso de aprobación se tuvo que esperar al referéndum del 12 de mayo de 1974, promovido por los demócratas cristianos de Amintore Fanfani y el Vaticano. Fue el primero en la historia de la República, se votó el 12 y 13 de mayo y más de 33 millones de personas acudieron a las urnas, el 87,72 % de los que tenían derecho. La pregunta fue: ¿Quiere abrogar la ley del divorcio? El "no" obtuvo el 59,30 %, el "sí" el 40,7 %.

La aprobación del divorció abrió en Italia la época de las reformas civiles y en sólo una década se reformó el código de derecho de la familia (1975), pasando de la potestad del padre a la responsabilidad de ambos progenitores y la introducción de la separación de bienes, entre otras cosas; se legalizo el aborto (1978) y se aprobó la ley Basaglia, con el cierre de los manicomios (1978).

EL HISTÓRICO DISCURSO DE NILDE IOTTI

El 25 de noviembre de 1969, en pleno debate de la ley, la diputada comunista y que se convirtió más tarde en la primera mujer en ser presidenta de la Cámara de los diputados, Nilde Iotti, tomó la palabra y pronunció uno de los discursos que pasaron a la historia sobre los derechos de la mujer.

"Verán, señoras y señores: por fuertes que sean los sentimientos que unen a un hombre y una mujer, en cualquier momento, pero sobre todo diría, en el mundo de hoy, también pueden cambiar; y cuando los sentimientos dejan de existir, por las razones explicadas anteriormente, el fundamento moral en el que se basa la vida familiar deja de existir. Por lo tanto, debemos admitir la posibilidad de separación y disolución del matrimonio".

Y continuó: "Los niños sí son importantes en la vida de una unidad familiar, pero los protagonistas de la familia no son los niños: son el padre y la madre. Estos últimos determinan la vida familiar y su nivel moral; no la presencia de los niños".

Después la ley de 1970 fue reformada en 1978 y 1987 cuando, gracias a la entonces presidenta de la Cámara Nilde Iotti, que logró obtener el acuerdo unánime de todos los grupos, se redujo de cinco a tres años el tiempo para obtener una sentencia.

En 2015 se aprobó un proyecto de ley que introduce el llamado divorcio corto.

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