¿Los padres pueden educar a los hijos cómo si fueran sus amigos?
Deben educarlos con sentido común. Eso implica ofrecerles cercanía, confianza, darles a entender que pueden ser los mejores amigos, entendiendo al mejor amigo como a alguien que siempre va a estar, pero no como aquel con el que pueden irse de ocio. Simplemente hace falta comunicación. Hoy hemos ganado en muchos aspectos con nuestros padres a nivel de confianza, sólo hace falta ganar también en comunicación, poniendo límites y dejando claro que somos generaciones distintas y que cada uno debemos cumplir nuestro papel.
¿Cuáles son esos famosos límites?
La lista puede ser extensa atendiendo al contexto. Pero uno básico sería dejar claro al pequeño, desde el primer día, qué es admisible y que no. Enseñarle a recoger los juguetes, a compartir, a tener sensibilidad... En definitiva, el padre debe saber poner fronteras y no tener miedo a decir no.
¿Qué papel juega el profesor en la educación del menor?
El profesor debe ser entendido como aquel profesional que motiva, que ilusiona por el aprendizaje y que nos forma en criterios. Sí hay algún problema a resaltar actualmente es la pérdida de autoridad que ha sufrido el profesional de la enseñanza, minusvalorado por la sociedad en su conjunto. En el momento que se le devuelva la autoridad volverán a rodar las cuestiones que hoy fallan.
¿Qué falla actualmente para que cada vez parezca que hay más violencia entre los jóvenes?
Realmente no creo que haya tanta violencia juvenil. Hay algunos jóvenes violentos, pero realmente los ha habido siempre, y detrás de ellos se esconden problemas familiares gravísimos. Es importante dar una visión de esperanza, y en eso tenéis mucha culpa los medios al transmitir sólo los hechos negativos. Hoy he hablado sobre educación y violencia con 160 jóvenes que han planteado, con criterio, cuestiones interesantísimas. ¿Eran todos violentos? Falla la educción en algunos valores morales, en algunas personas, y esas son las que causan dolor. A su vez, no todos los padres están capacitados para educar, no todos fueron educados, nos enfrentamos también a situaciones de enfermedad mental... Teniendo en cuenta estos factores sólo hace falta mejorarlos. En una sociedad tan hedonista como la actual, quizá sólo hace falta recuperar la sensibilidad.
¿Se debe modificar y endurecer la Ley del Menor?
No creo que sea necesaria una modificación de la Ley del Menor. La sociedad plantea que se endurezca y ya se ha endurecido cuatro veces. Los problemas no se van a solucionar y van a seguir siendo iguales a pesar del endurecimiento. Hay que educar con sentido común, no a base de palos. No obstante, las leyes son para la sociedad y sí eso pide habrá que plantearlo.
¿Cree en la reinserción de menores como los que asesinaron a Sandra Palo?
El 87% de los menores que delinquen se reinsertan. Tengo que luchar para creer en ello, si luego reincide, que caiga todo el peso de la ley sobre ellos. Igual que un médico de urgencias lucha por un paciente aunque las posibilidades de éxitos sean pequeñas, nosotros debemos luchar por la reinserción del menor. Los profesionales no lo hemos hecho culpable y llega a nosotros para que le ayudemos. Como hay chicos que lo consiguen, yo me quedo con ese porcentaje y no sólo con el dato particular.