Habrá Bienal de Flamenco sí o sí. El compromiso expresado en marzo, en plena escalada de la pandemia, se ha materializado esta mañana en el Alcázar, donde se ha presentado la programación de la XXI edición del “festival de mayor envergadura del mundo”. Una presentación amenizada por el canto de los pavos reales en los jardines del conjunto monumental y que ha contado con la presencia de más de 20 artistas flamencos.
El primer aperitivo se servirá en el mes de agosto en el Monasterio de San Jerónimo como anfitrión. Por primera vez y rescatando para el certamen este enclave cultural, habrá una programación especial las noches de los viernes y sábados. Del 7 al 29 de agosto, la Bienal ofrecerá a “cielo abierto propuestas sonoras y escénicas” de la mano de Diego Villegas, la formación M. de Puchero, el guitarrista Rycardo Moreno y Raúl Cantizano, entre otros.
La programación para los meses de septiembre y octubre contará con escenarios como el Teatro Lope de Vega, el Alcázar (Patio de la Montería), San Luis de los Franceses, el Monasterio de la Cartuja, el Pabellón de Marruecos de Cartuja sede de la Fundación Tres Cultural y el Teatro Central. Se cae, en esta edición, el Teatro de la Maestranza por un motivo de peso, teniendo en cuenta el “estricto” presupuesto con el que ha contado la Bienal como consecuencia sobrevenida del coronavirus (500.000 euros aproximadamente, según la cifra facilitada por el director de la Bienal, Antonio Zoido). “No está el Maestranza porque es muy caro”, ha reconocido abiertamente, al igual que tampoco ha dado rodeos a la hora de explicar el por qué no está Eva Yerbabuena abriendo el certamen tal y como se anunció: “No hemos llegado a un acuerdo”. Zoido sí ha querido destacar que se han tocado todas las partidas menos la del caché de los artistas. Entre esos artistas se podrá disfrutar de primeras figuras como Estrella Morente, Rocío Molina, Pedro Ricardo Miño, Dani de Morón, Israel Galván, José Valencia, Farruquito, El Pele, Antonio Canales, Inés Bacán, Dorantes, Tomás de Perrate, El Granaíno, Andrés Marín, María Terremoto, la Tremendita y Patricia Guerrero, entre otros muchos.
La XXI edición de la Bienal de Flamenco quedará en el recuerdo por varios elementos. Para empezar, el aforo. Será del 50% en los espacios abiertos y del 30% en el caso de los cerrados. Se confía en superar los 10.000 espectadores. Se ofrecerán 51 espectáculos en total de los cuales el 80% serán estrenos.
Los precios de las entradas, que salrán a la venta el próximo 1 de julio, oscilan entre los 10 euros de la butaca paraíso lateral del Teatro Lope de Vega a los 30 euros de la butaca de patio, platea o palco central en el mismo recinto, San Luis y Alcázar.
Se podrán adquirir en el Teatro Lope de Vega, de lunes a viernes de 9 a 14 horas. Martes y miércoles de 17 a 20 horas. Cerrado sábado, domingo y festivos. A partir de septiembre, de martes a sábado de 11 a 14 horas y de 17.30 a 20.30 horas. Y el mismo día del espectáculo en el espacio escénico desde una hora antes y siempre que quedasen localidades disponibles. Se contempla un descuento del 15% por venta anticipada en las entradas adquiridas hasta el 31 de julio de 2020.
La Bienal es una oferta cultural de relevancia internacional. Atrae a un importante volumen de espectadores extranjeros. Por los motivos actuales, la organización seleccionará espectáculos para que “de forma abierta, gratuita, en directo o en diferido, puedan disfrutar de una experiencia en la que Sevilla y la Bienal se mostrarán al mundo como referente de ciudad patrimonial y ciudad del flamenco”, reseña el Ayuntamiento en un comunicado.
El delegado municipal de Cultura, Antonio Muñoz, ha manifestado que “lo fácil habría sido decir que no hacíamos la Bienal, pero no habríamos dormido tranquilos”. El diputado provincial responsable del área cultural, Alejandro Moyano, ha destacado que la Bienal será el “talismán” para la recuperación de la normalidad en el sector cultural de la provincia y, por último, la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, ha llamado la atención sobre el compromiso del Gobierno andaluz con el colectivo de artistas andaluces: “La cultura es un instrumento multiplicador de la riqueza en Andalucía. Sin ella no podremos salir de la crisis económica”.