La pedanía de Ventorros de Balerma, que no llega a los 300 habitantes, se encuentra desde este lunes en una situación peculiar, ya que, al estar situada en la frontera entre las provincias de Córdoba y Granada, una parte, la perteneciente a Iznájar (Córdoba) y donde se ubican el colegio y los dos bares con los que cuenta la aldea, se encuentra en la Fase 1 de la desescalada, mientras que la parte dependiente de Loja (Granada) y donde se sitúa el consultorio médico, está en Fase 0.
Así lo han detallado a Europa Press fuentes del Consistorio iznajeño, las cuales han precisado que, hasta ahora, esta división de la pedanía entre ambos municipios no ha supuesto ningún problema para los vecinos de la misma, donde, lógicamente, se están siguiendo todas las medidas de establecidas durante el vigente estado de alarma ante el Covid-19.
La división entre dos provincias de la pedanía, que físicamente viene marcada por la calle denominada 'Límite', ha dado lugar también a otras situaciones especiales, como por ejemplo que el suministro de agua a toda la aldea depende de Iznájar, mientras que el servicio de recogida de basuras es una competencia asumida en su totalidad por Loja, situaciones éstas que no han cambiado antes, ni van a cambiar ahora.
De hecho, el alcalde pedáneo de Ventorros de Balerma, Julián Ruiz, ha explicado ya a varios medios y ha adelantado 'Cordópolis', que se aplicará el sentido común en esta aldea, cuyos vecinos están muy concienciados, pues han desinfectado las calles, y entre ellos el uso de la distancia social y la mascarilla también es muy alto.