La muerte, el pasado sábado, del joven Álvaro Ussía, presuntamente a manos de los porteros de una conocida discoteca de Madrid, ha desencadenado el cierre de otros cuatro locales emblemáticos de la ciudad que acumulaban infracciones administrativas.
Tras cerrar hace dos días El Balcón de Rosales, a cuyas puertas murió Ussía, el Ayuntamiento ha clausurado horas la sala de conciertos La Riviera, la discoteca en la que el Dj Koke pinchaba cada noche, Moma 56, la mítica But y la histórica Macumba.
Otras como New Garamond han pagado una sanción que por ahora las ha salvado del cierre. El Ayuntamiento alega que estas salas han cometido “infracciones graves” relacionadas con las licencias, mientras que los empresarios dicen estar “sorprendidos” y “preocupados”.
El gerente de la Asociación de Empresarios de Espectáculos, Salas de Fiesta, Discotecas y Ocio de Madrid, Juan Antonio Fernández, los propietarios de las salas consideran injustificados estos cierres, aunque confían en que el afán por “demonizarles” y “culparles” de la muerte de este joven pase pronto.
