Manuel Ruíz destacó la necesidad de “reactivar políticas inversoras, más y mejor empleo y que los empresarios entiendan que deben apostar ahora, con los recursos obtenidos en los tiempos de bonanza económica”.
También anunció “una campaña de asambleas informativas, actos públicos y movilizaciones, a nivel provincial, que concluirán en diciembre, con una gran manifestación en Madrid”. Pedro Custodio manifestó en el manifiesto piden al Gobierno “una reindustrialización y un cambio en el modelo productivo y económico, donde a los trabajadores no se les margine”. Pero también “que se acaben las barbaridades actuales de los empresarios, pidiendo despidos indefinidos no fijos, con derecho a avisar con siete días a los trabajadores y pagando ocho días por año, porque no queremos más parches de las administraciones”.
Un otoño caliente
Inmaculada Ortega, reiteró que con la concentración se inicia “una etapa de movilizaciones no sólo contra la política del Gobierno y contra la actitud del empresariado sino, en especial por la paralización de los convenios colectivos, lo que repercute en la pérdida de empleo en el último año, en la falta por parte de las autoridades públicas de poner enmarca un gran pacto y reivindicar nuevas inversiones al empresariado para la comarca”.
Recordó “los conflictos de Torraspapel, donde se han perdido 100 puestos de trabajo; el puerto, que tiene graves problemas para competir por el déficit de infraestructuras ferroviarias, conflicto de Buquebús que tendrá una pérdida de empleo importante para la comarca”.
Ángel Serrano anunció “un otoño caliente" de movilizaciones, porque "demandamos que se ejecute un pacto global de empleo, donde estén todos los agentes sindicales, sociales y empresariales, para acabar de una vez por todas con la sangría actual y generar empleo”.
Inmaculada Nieto destacó que el punto débil “son los trabajadores, aún en tiempo de bonanza económica”. Por ello incidió de en la importancia de este tipo de manifestaciones “para que no se baje la guardia y no se produzcan retrocesos en los derechos de los trabajadores, escudados en la crisis”. “Hay empresas que pasan dificultades y se realiza un esfuerzo importante para que lo superen sin que se destuya el empleo, pero también hay otras que aprovechan la crisis para recortar derechos laborales”, concluyó.
