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Sábado 02/11/2024
 

Jaén

Un bulevar lleno de vida y a la espera

En un paseo por los barrios, el distrito Norte de la capital, con Expansión Norte, Marroquíes Bajos y Las Infantas

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Así está el distrito Norte de la capital.

El distrito Norte es una zona en expansión, pero que crece lentamente, con solares que evidencian los proyectos que se han quedado en el camino, aun estando comprometidos y habiendo sido el reclamo para atraer vecinos a una zona que supera los 25.000 residentes.

Es el ejemplo del Jaén que creció, pero también del Jaén que pudo ser y aún no es. La zona norte señala a una ciudad que proyectó futuro para quienes ya vivían en la capital, pero también fue gancho para quienes eligieron Jaén como ciudad para residir, con bloques de viviendas que representan lo más nuevo en construcción, un barrio dividido por sus parques y a la vez distribuido en dos fases, pero también con una zona de casas unifamiliares en la que la tranquilidad es la nota imperante.

Es un barrio con una población joven, mucha llegada de la provincia; pero también familiar, donde los más pequeños se adueñan de las zonas de recreo. Los vecinos coinciden en que es un barrio lleno de vida. “Soy vecina desde hace veinte años y el barrio ha crecido. Ahora hay muchas personas viviendo, una población de entre 20 y 50 años de media, que hacen que el barrio sea dinámico. Hay muchas familias con niños y eso lo llena de vida. Es un barrio bonito para vivir”, reconoce Mª del Carmen Garzón.


Sin embargo, es un barrio con calles aún sin urbanizar, con solares vallados y otros con muros levantados como en el que se proyectó la Ciudad de la Justicia; con un ‘Paseo de España’ que necesita un plan integral de asfaltado, por sus grietas y por el estado de sus pasos de peatones. “El barrio está como todo Jaén. Hace falta un gobierno con vergüenza, que haga las cosas en condiciones, que construya calles que no necesiten de tres reparaciones seguidas en poco tiempo”, denuncia Antonio Labella.

Este vecino utiliza silla de rueda. “Las calles están levantadas y los pasos de peatones son una vergüenza. Qué trabajo cuesta al Ayuntamiento mandar a los operarios para adecentarlo. Con todos los técnicos que tiene, no hacen nada”, lamenta. Hace honor a su nombre, por avenidas como el Paseo de España no por el entresijo de calles, de soportales y demasiados bloques residenciales, exentos de las plazas tradicionales en otros barrios.

Es una zona con poco aparcamiento, con comercio de proximidad que ha fidelizado a los vecinos y con una hostelería que es un atractivo para el barrio. “En el barrio hay sobrepoblación”, dice Alicia Bueno. Lleva con su negocio desde octubre del año pasado. “Apostamos por el Bulevar porque es un barrio muy familiar, tranquilo y juvenil. Los vecinos son gente agradable, personas cercanas”, reconoce. “El barrio está limpio y el parque le da aire y diversión a la zona, con demasiadas viviendas. Es un área verde muy bonita. El barrio se anima el fin de semana. Es un barrio activo. El parque es un reclamo para todo Jaén. Es lo más bonito del barrio y lo que le da vida”, explica el hostelero Davide Farbo.

Es un Bulevar que no ha puesto en valor sus restos arqueológicos y que, incluso, los ha enterrado. El bullicio de la primera fase residencial se va debilitando conforme se avanza hacia la zona de Marroquíes Bajos, el Jaén de hace cinco mil años, con el que esta ciudad puede recuperar su memoria por contar con un tejido arqueológico que, según los expertos, es probablemente el más rico de España.

Es una de las zonas a la que Jaén mira con mayor esperanza, por lo que representaría la puesta en valor de los yacimientos, para atraer a un turismo interesado por la historia y la riqueza patrimonial. Pero también porque Jaén sigue pidiendo  infraestructuras comprometidas en este barrio, como la Ciudad de la Justicia, el instituto o su guardería, ejemplos del abandono del barrio. El solar de la Ciudad de la Justicia está acotado por muros llenos de pintadas que recuerdan su inutilización.

 “Es un barrio con historia. Los restos arqueológicos aparecidos no se han puesto en valor y no se ha apostado por construir respetándolos. De ahí los solares y las calles sin terminar. Los ciudadanos y comerciantes pagamos que las administraciones se pasen la pelota unas a otras”, apunta José Carlos Mesa, comerciante con un negocio desde hace 16 años en el barrio. “Hay zonas muy dejadas y lo peor son los solares vacíos. Todos los proyectos se han quedado parados”, lamenta también Mª del Carmen Garzón. Mientras, el barrio vive su día a día, con dos parques que se han convertido en el pulmón de la ciudad y en la seña de identidad de la zona. Y lo es para quienes residen y para aquellos que lo eligen como zona de esparcimiento, especialmente por las tardes y durante los fines de semana, para familias y deportistas.

Todo ello a pesar de su estado de conservación, en una primera fase que es el ejemplo de una construcción que anhela el mantenimiento urbano que toda zona de atracción debe tener. Los juegos infantiles están destrozados, el césped castigado y la zona de agua no está reparada, con vallas de mantenimiento urbano que acotan un espacio peligroso por las caídas que puede provocar. “El parque de la primera fase está en un estado lamentable. No lo mantienen. Voy en silla de ruedas y me encuentro con muchas dificultades en el acerado, en muy malas condiciones en la zona que rodea al parque”, apunta Antonio Labella.

La segunda fase presenta un estado de conservación mejor, ahora con su enorme fuente en reparación, para poder celebrar en mayo la actividad de los kayaks. Es una zona frecuentada por los deportistas, pero en un futuro, con la apertura del kiosco-bar, será un reclamo para todo Jaén, aún más que hoy día.

El barrio moderno de Jaén tiene en esta fase del parque una zona verde envidiable, bella y a la vez desprotegida, por la falta de vigilancia, que ha provocado destrozos y suciedad en el parque. “Los parques del barrio son el pulmón de la ciudad. La primera fase no está muy bien cuidada y deberían haberse pensado hacer la segunda si no la pueden cuidar igual”, explica Alicia Bueno. El del Bulevar es un barrio con una población joven, uniforme en su construcción, con la modernidad como identidad. En él no se respira el sentimiento de pertenencia como ocurre en barrios más tradicionales, pero sus vecinos reconocen que “se vive bien”.

El centro de salud ha dado al barrio uno de los servicios más demandados y el mayor tránsito de personas ha ayudado al comercio, tocado por los tiempos que corren, pero también porque muchos empresarios apostaron por la zona por los proyectos anunciados. Ahora son muchos los negocios cerrados y los locales disponibles para emprender. La afluencia a la zona es mayor y una de las consecuencias es que, a los problemas de aparcamientos ya existentes en el barrio, se le unió la demanda por ir a consulta en coche propio, ya que la línea de autobús urbano que comunica el barrio es sólo una y muy irregular, según los vecinos; y el sistema tranviario aún no funciona. La rotonda de Jaén por la Paz espera ver pasar los vagones del tranvía, mientras su infraestructura, con el ya histórico césped artificial, se convierte en zona de acumulación de suciedad. El problema de aparcamiento se ha solucionado con el parking habilitado en la parte trasera del centro sanitario, con evidentes imperfecciones en su asfaltado, donde son comunes los socavones.

La zona anexa al centro de salud utilizada como aparcamiento está sin asfaltar. El sector de la hostelería ha proliferado en la zona y se ha convertido en uno de los motivos por los que acudir al barrio. El comercio de proximidad se reparte por calles, siendo más abundantes en las zonas de mayor tránsito de viandantes, como las vías que acercan a los jóvenes a un campus universitario que está a un paso. Otras zonas dejan ver comercios ya cerrados o prácticamente solos, aislados. “Apostamos por el barrio cuando empezó a desarrollarse, pensando en el futuro, en los proyectos del barrio, que han quedado en aguas de borrajas.

El barrio ha evolucionado de una forma excesivamente lenta y nos engañaron en las previsiones, que prácticamente no se han cumplido”, reconoce el comerciante José Carlos Mesa. “El pequeño comercio ha sufrido y hay muchos locales cerrados”, apunta Antonia Martínez, responsable de una tienda de alimentación desde hace ocho años. “El comercio de toda la vida y los supermercados de la zona permiten tener todos los servicios a mano. Es un barrio en el que haces vida y con mucha vida, dotado de servicios. Es un barrio que no sólo disfrutamos los vecinos, sino todo Jaén”, apunta Mª del Carmen Garzón.

La ciudad sigue creciendo. Es de las pocas zonas en las que se vuelven a ver grúas de la construcción, bien terminando bloques residenciales, bien construyendo nuevas viviendas adosadas. Ello hace presagiar que la demanda residencial crece y que es uno de los barrios que ofrecen la oportunidad de vivir la ciudad desde una zona nueva, pero no por ello mejor tratada. Y es que al deterioro de sus parques, se une el abandono de solares, que en más de una ocasión han provocado incendios por la falta de atención municipal y de los propietarios.

El estado de los mismos, empobrece la imagen del barrio, aun con calles sin urbanizar, a pesar de que residen vecinos. “Es un barrio en expansión, de gente joven, donde iban a venir muchos organismos públicos y colegios profesionales. La expansión que se preveía en menos años se está dilatando en el tiempo. Aun así, es un barrio con una proyección de futuro mucho mayor que el centro de la ciudad”, continua José Carlos Mesa.

Las calles del barrio no presentan, en su conjunto, una imagen de suciedad, pero según los vecinos, “depende del día”, señalando a la responsabilidad de cada persona, al civismo tan necesario en toda la capital. “Hay zonas muy sucias y abandonadas. El barrio está un poco dejado”, dice José Carlos Mesa. Y al igual que el civismo, la convivencia vecinal pide colaboración ciudadana, habiendo zonas del barrio donde la conflictividad, según los vecinos, es mayor. El distrito norte incluye al alejado barrio de Las Infantas, que sigue reclamando mejoras en la limpieza,  en  las instalaciones deportivas y en los colegios y un transporte público de calidad. 

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