Una multitudinaria protesta, por décimo sábado consecutivo, se celebró este sábado en Belgrado en favor de más democracia y en contra del presidente de Serbia, el conservador Aleksandar Vucic, al que acusan de actuar de forma autoritaria.
En su marcha por las calles el centro de Belgrado, la muchedumbre pasó por la emisora de televisión pública RTS, donde adhirieron una gran pancarta con la inscripción "ha comenzado".
Los manifestantes consideran RTS parcial en favor de las autoridades y exigen que les otorguen "cinco minutos" a su protesta y sus exigencias en los programas informativos, y más cobertura para la oposición.
Al llegar a la sede de la Presidencia gritaron "Vucic, vete" y "fuera, fuera", y silbaron en señal de desaprobación hacia el presidente.
Las protestas, que comenzaron el 8 de diciembre y reúnen a miles de personas cada fin de semana, se han propagado a otras ciudades de Serbia.
Los manifestantes exigen a las autoridades que esclarezcan varias agresiones contra personas críticas con el gobierno, más libertad de prensa, instituciones independientes, justicia independiente y un mayor pluralismo político.
Piden asimismo que se esclarezca el asesinato en Kosovo del destacado político serbokosovar Oliver Ivanovic, en enero de 2018.
También exigen a la oposición ofrecer un plan concreto sobre qué piensa hacer en caso de llegar al poder.
En las protestas no hay símbolos de la oposición, aunque algunos de sus líderes de suman a las marchas de los sábados.
Esas protestas son consideradas las más serias en Serbia desde que el Partido Progresista Serbio (SNS), de Vucic, llegase al poder, en 2012.
Los sondeos de opinión muestran que la popularidad de Vucic y su partido no se ha visto dañado por las protestas, ya que el SNS se mantiene con un 55 % de los apoyos, por delante de la heterogénea coalición opositora Alianza para Serbia (SZS), con el 13,6 %.
