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Martes 19/11/2024
 

San Fernando

Conciliar la enseñanza en el IES Las Salinas con el bienestar vecinal

La zona del instituto soporta desde 2016 altos niveles de contaminación acústica originado por la mala insonorización de las máquinas industriales.

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  • Los vecinos han denunciado varias veces.

Los vecinos del IES La Salina han vuelto a denunciar el alto nivel de contaminación acústica que sufre la zona, procedente de la maquinaria industrial con la que se imparten las clases prácticas profesionales en el citado centro de enseñanza.

El presidente del PP isleño, José Loaiza, ha mantenido una reunión con parte de los afectados quienes reclaman una solución definitiva y la implicación real del ayuntamiento en la defensa de los derechos de los vecinos. “No es un problema nuevo –señaló Loaiza- ni desconocido para el Consistorio. Este gobierno municipal debería actuar de oficio en un problema que requiere conciliar la enseñanza con el bienestar de los ciudadanos”.

Los ruidos se inician en 2016 a consecuencia del funcionamiento de los sistemas de extracción y aspiración de los módulos formativos y cursos que la Junta de Andalucía imparte en el IES Las Salinas. Las denuncias vecinales, que se reproducen desde ese mismo año, consiguieron que la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía realizara una medición de la contaminación acústica de la zona que arrojó niveles superiores a los permitidos para un espacio residencial.

Esto derivó en una orden de paralización de la maquinaria hasta la adopción de las medidas correctoras necesarias para rebajar los niveles de ruido a lo que permite la ley. La delegación territorial de Educación pidió, de hecho, al IES Las Salinas que no hiciera uso de las turbinas y los sistemas de extracción que dan servicio a los módulos de carpintería metálica y de madera que se imparten en el centro hasta solventar este problema.

No obstante, la maquinaria ha vuelto a ponerse en funcionamiento provocando nuevamente el malestar vecinal ya que, afirman, el ruido continúa siendo insoportable. Ahora, la administración exige a los vecinos que para demostrar que no se han adoptado las medidas correctoras adecuadas, realicen una nueva medición acústica que desvele el nivel de ruido que padecen. “No es justo que estos ciudadanos tengan que seguir soportando esta situación y que sean obligados por las administraciones, una y otra vez, a certificar el origen de un problema que es más que evidente”, señala Loaiza. “El problema no se ha solucionado, al menos eficazmente. Por ello pedimos al Ayuntamiento que actúe de oficio, con celeridad, en este problema, que tome partido por los vecinos y realice una medición acústica que obligue a solucionar el problema de una vez”, subrayó.

 

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