El fiscal jefe de Turquía ordenó hoy la detención de cien miembros del ejército acusados de vinculación con la cofradía del predicador Fethullah Gülen, al que Ankara achaca el fallido golpe de Estado de 2016, informa hoy la agencia Anadolu.
Al menos 60 de los soldados ya han sido detenidos en una operación que se extiende a 41 de las 81 provincias del país.
La Fiscalía cree que los sospechosos, todos militares en activo, mantenían una comunicación periódica con otros miembros de la red de seguidores de Gülen a través de teléfonos públicos.
Desde la intentona golpista, más de 8.500 miembros de las Fuerzas Armadas, incluidos 150 generales, han sido expulsados de sus cargos por sus presuntas relaciones con Gülen. La mayoría de ellos afrontan juicios en su contra o han sido ya procesados.
La cifra de los sospechosos supone aproximadamente el 3,5 % del personal militar de Turquía, cuyo ejército es el segundo más grande de la OTAN, por detrás del de Estados Unidos.