Uno de los éxitos de la temporada pasada para el Cádiz CF fue la poca cantidad de goles que recibió. Cifuentes fue el portero menos goleado con 29 tantos encajados en 42 partidos. Esa solidez defensiva provocó que el equipo siguiera sumando puntos a pesar de la escasa aportación ofensiva de los jugadores de la plantilla.
Sin embargo, esa capacidad de dejar la portería a cero se perdió a comienzo de temporada, cuando entre la segunda y la novena jornada de liga, ambas incluidas, los amarillos encajaron como mínimo, un gol en todos esos encuentros.
Ahora, en esta buena racha de siete triunfos consecutivos en liga, solo se han encajado cinco goles, por lo que estos dos últimos encuentros, frente al Real Zaragoza (0-1) y Rayo Majadahonda (1-0), el no haber recibido un gol, ha ayudado a sumar los tres puntos.
Esta solidez defensiva se debe en parte a que desde la victoria en Lugo (1-2), la primera de estas siete, Cervera ha consolidado una línea defensiva formada por Correa, Marcos Mauro, Sergio Sánchez y Brian Oliván.
Estos cuatro jugadores han sido titulares en todos estos triunfos. Además, la pareja en el doble pivote, Garrido y José Mari se ha afianzado. El centrocampista vasco no pudo jugar en los primeros choques por una lesión que venía arrastrando desde el final de la campaña pasada.
Vallejo y Lekic llevan a cabo la primera línea de presión, quedando por detrás dos líneas muy juntas. Las ayudas constantes de Jairo y Salvi a los laterales, hacen que el sistema defensivo sea ahora casi perfecto.
Este buen estado defensivo ha llegado a provocar que un jugador como Kecojevic, vital la temporada pasada, y con una gran proyección ofensiva a balón parado, sea suplente y que el respetable del Ramón de Carranza no pida su titularidad.
