Con motivo de la celebración de la noche de Halloween, la Policía Local preparó un dispositivo para intentar evitar actos vandálicos de desaprensivos y recibió numerosas llamadas comunicando la comisión actos incívicos contra personas, vehículos y comercios, a los que en su mayor parte les arrojaban huevos.
Los agentes fueron atendiendo los requerimientos ciudadanos y se identificaron a gran cantidad de menores, así como se procedió a la incautación de varias docenas de huevos que los menores tenían preparados para utilizarlos.
Entre los identificados se pudo sorprender a un par de jóvenes que iban ataviados con pasamontañas llevando a cabo estos actos vandálicos.
La celebración de una festividad no debe alterar la convivencia cívica entre los ciudadanos. Esta mala práctica juvenil debe ser controlada por los progenitores de estos menores, a los que se les debe inculcar respeto y libertad.