Los detenidos en Villarembert, en la región de Saboya, son Alberto Machaín, Andoni Sarasola –hermano de Mattin Sarasola, uno de los presuntos autores del atentado de la T-4 de Barajas– y Aitzol Etxaburu, cuya entrega será solicitada por la Audiencia Nacional para juzgarle por su participación en un atentado con coche-bomba perpetrado en un polígono industrial de Ávila en septiembre de 2005.
Etxaburu Artetxe, además, está considerado el responsable del grupo como sustituto en la logística del aparato militar de ETA de la miembro de la banda Itziar Plaza, detenida el pasado 4 de julio, y de Jurdan Martitegi, arrestado el pasado 18 de abril en Montauriol.
Los tres arrestados ayer ocupaban una vivienda en la que se han encontrado 4 revólveres –tres Smith&Wesson calibre 357 Magnum y uno calibre 22–, 42 detonadores industriales y una veintena de tuppers o fiambreras “preparadas para explotar”, según el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Fuentes de la investigación han indicado a Efe que los tupper, eran de tamaño pequeño y tenían montado el circuito eléctrico, pero que en su interior no había todavía ni explosivos ni detonadores.
La operación ha permitido el descubrimiento en la localidad de Ferrières, en el departamento francés de los Altos Pirineos y a sólo 40 kilómetros de la frontera española, de un zulo que contenía unos cien kilos de nitrato amónico y doce litros de nitrometano.
Los terroristas utilizan el nitrato amónico para fabricar el explosivo amonal, que mezclado con el nitrometano, un aditivo utilizado como potenciador en los combustibles de aeromodelismo, forma el amonitol.
Este explosivo, de alto poder destructivo y cuyo manejo es extremadamente delicado, ha sido utilizado por ETA en varias ocasiones.
Las Fuerzas de Seguridad investigan ahora si el vizcaíno Aitzol Etxaburu Artetxe y los navarros Alberto Machaín Beraza y Andoni Sarasola Yarzabal –sobre quien ya pesaba una orden de detención librada por el Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional– tienen alguna relación con los atentados de este verano en la isla de Mallorca.
“Tenemos que analizar todo el material que ha aparecido y que, confiamos, en que siga apareciendo en los próximos días para dar una respuesta taxativa a esa pregunta; de momento no tenemos ninguna evidencia de que eso sea así”, señaló el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba.