Dos agentes del Departamento de Biología del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil que han declarado este viernes en el juicio por el doble crimen de Almonte (Huelva), --en el que murieron en abril de 2013 un padre y su hija de ocho años--, han asegurado que no pudieron constastar presencia de sangre en las muestras analizadas del coche de F.J.M., único acusado por estos hechos. No obstante, un perro del equipo de Detección y Localización de Restos Biológicos de la Guardia Civil detectó sangre humana.
Durante su declaración en la undécima sesión del juicio que se está celebrando en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva ante un jurado popular, uno de los agentes que realizó el informe ha remarcado que "no se obtuvieron resultados positivos para ADN" de las muestras tomadas.
En este sentido, hay que recordar que el agente instructor del perro que detectó la sangre humana ya explicó esta misma semana en el juicio que el perro "no se equivoca y que está adiestrado para marcar los restos que no se ven", de ahí la posibilidad, posteriormente, de que no se pueda obtener ninguna prueba científicamente.
Además del informe de estas muestras del coche, el agente del Departamento de Biología, junto a otro compañero, ha explicado que realizaron también otro informe relativo a unas prendas y objetos que les fueron remitidos para su cotejo con una muestra indubitada de la saliva de F.J.M.
Así, ha señalado que sólo pudieron constatar la presencia del ADN del acusado en un pantalón de chándal; mientras que en un par de zapatillas, de los dos que le fueron reenviados, detectaron mezcla de perfiles biológicos pero ninguno coincidente con él.
Por su parte, ha indicado que en otros objetos analizados como tres cuchillos intervenidos en distintas viviendas y en la taquilla del acusado y unos guantes, no obtuvieron resultados positivos.
De otro lado, en la sesión matinal de este viernes también ha declarado la Jefa de la Policía Local de Almonte, que realizó un informe sobre la situación del tráfico el día de los hechos. A este respecto, ha recordado que era un día con más coches de lo normal al ser la última sabatina de la Virgen del Rocío.
OTRAS DECLARACIONES
De otro lado, los psicólogos y psiquiatra que han atendido a Marianela Olmedo, esposa y madre de las víctimas, que mantenía una relación con el acusado cuando ocurrieron los hechos, han destacado que, en parte, esta se siente culpable ya que considera que si no hubiera conocido al acusado su hija y su marido estarían vivos.
Durante su declaración, todos han remarcado el estado postraumático que le produce, primero, el fallecimiento de su hija y marido y después, la detención en junio de 2014 de F.J.M, que era entonces su pareja sentimental.
En concreto, el psiquiatra que la trata desde junio de 2013 ha precisado que logró "estabilizarse" en el año posterior a los hechos, pero al ser detenido F.J.M. "su estado se agravó porque no creía que éste hubiera sido capaz de hacerlo".
Sin embargo, ha indicado que dos o tres meses después de la detención, se produce "un cambio radical" con respecto al acusado debido a "la explicación de la Guardia Civil sobre las pruebas y al darse cuenta de que desde que se produjeron los hechos los episodios de celos de éste desaparecieron". Por otro lado, ha apuntado que "nunca" le contó episodios violentos del acusado hacia ella.
Los expertos que han declarado han indicado que Marianela Olmedo "no es una persona celosa, ni controladora" y han dejado claro que "en todos los cuadros graves de ansiedad y depresión, hay pérdida cognitiva de atención y concentración" que conlleva también una pérdida de memoria.
Por su parte, el psicólogo con el que esta mujer se sometió a hipnosis para intentar de recordar el día de los hechos, señala en su informe que a raíz de las sesiones recuerda "no haber visto salir al acusado del supermercado y que su coche estaba cambiado de sitio". No obstante, ha matizado que "no se puede constatar la veracidad de lo que se recuerda" e incluso ha reconocido que "una persona puede ser manipulada antes de acudir a consulta", pero no en la sesión.
Por último, la psicóloga que comienza a tratarla en el verano de 2013 ha indicado que es sometida a un tratamiento para superar las distintas fases del duelo. Ha apuntado que consiguió llegar hasta la "fase de integración" pero el comienzo del juicio hace que "vuelva al principio".
"TRANSFERENCIA DIRECTA"
Finalmente, en la sesión de tarde, ha prestado declaración por videoconferencia desde Estados Unidos Sandra Casado Zapico, experta en Antropología y genética, que cuenta con experiencia internacional y forma parte del Smithsonian Institution.
La experta, que realizó un informe tras el encargo de la acusación particular ejercida por los padres y hermano del fallecido, ha asegurado que la transferencia de ADN del acusado a las tres toallas halladas en la vivienda de los hechos "fue directa y no secundaria".
En esas tres toallas se hallaron restos de ADN del acusado y esta experta, tras analizar todos los informes relativos a esta cuestión de la causa como los de Toxicología, entre otros, ha indicado que "la cantidad y calidad" detectado en esas toallas determina que la transferencia fue "directa" y ha descartado que sea una transferencia secundaria o por una actividad sexual.
Por su parte, hay que recordar que la defensa sostiene que la transferencia fue secundaria al mantener el acusado una relación sentimental con la expareja y madre de las víctimas en esa época.
Asimismo, la experta ha precisado que la cantidad de ADN detectado permite "la identificación completa" de la cadena del ADN, algo que si fuera por transferencia secundaria "no sería posible".