Los vecinos de La Verbena de Arcos ya pueden dormir, si cabe, más tranquilos. La actuación urbanística emprendida por la empresa Tragsa a instancias del ingeniero Emilio Yanes y el Ministerio de Fomento ha dado inicio al objeto de profundizar en la inmensa tarea de estabilización de la ladera oeste de la ciudad, donde se localiza una serie de terrenos arcillosos culpables del deslizamiento, e incluso hundimiento en algunos casos, de los terrenos.
La actuación ya en marcha afecta a una superficie cercana a los 10.000 metros cuadrados y se caracteriza por su complejidad, ya que se trata de cambiar en cierto modo la naturaleza de unos terrenos arcillosos para evitar su desplazamiento. Además, las distintas catas o sondeos que se lleven a cabo podrían revelar la existencia de distintos tipos de suelo que, por tanto, requieren un tratamiento diferente, como explicaba el director de la obra.
Los trabajos, a pesar de su carácter de “emergencia” deben ejecutarse con sumo cuidado hasta que el suelo afectado no mejore sus propiedades; un proceso que nunca debe ser rápido y que requiere un continuo seguimiento.
Además, se trata de una nueva fase de obras que dará si cabe un resultado más agradecido por las actuaciones llevadas a cabo precisamente con anterioridad, que si bien no se han lucido por afectar al subsuelo, sí que han allanado el camino a la nueva intervención, aportando a la zona mayor estabilidad y, por ende, seguridad.
No obstante, la preocupación de los vecinos, como es lógico, se sustenta en el futuro de sus viviendas. En este sentido, la recuperación de viviendas e infraestructuras cada vez está más cerca. Esta obra se hace con vistas al futuro, para devolver seguridad a unos terrenos que, por otro lado, ya nunca más debe ser escenario de obras faraónicas que puedan sufrir daños como ha ocurrido varias veces a lo largo de la historia. El ejemplo más flagrante es la construcción de la línea ferroviaria que quedó paralizada en Arcos el siglo pasado precisamente por la inestabilidad del terreno.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, anunciaba oficialmente el inicio de las obras de emergencia “gracias al compromiso y la sensibilidad del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, con una reivindicación histórica de la barriada de La Verbena y cumpliendo en tiempo récord su palabra con los vecinos”. Así pues, la primera de las inversiones llevadas a cabo dentro de la tercera fase de trabajos asciende, como fue compromiso del ministro el pasado mes de julio, a un millón y medio de euros; acuerdo que fue adoptado el mismo mes entre el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Arcos. En el mismo, el Gobierno central atiende “al grave problema de inestabilidad de la ladera sobre la que se asienta la barriada de La Verbena”.
Si bien se trata de la primera y hasta la fecha única actuación de “emergencia” llevada a cabo en España por el Ministerio, con la inversión se profundizará en los trabajos de inyección de armado y extracción de agua, para acabar en el plazo máximo de dos años con la reparación de las viviendas, viales, plazas y otras infraestructuras dañadas por el corrimiento de terrenos. Llegada a esta última fase, teóricamente ya debería estar sobre la mesa el millón y medio de euros comprometidos por la Junta y el medio millón de Diputación, aunque el Ayuntamiento tendrá que seguir buscando financiación para completar los 4,8 millones previstos, es decir, en torno al millón de euros, como admitía el alcalde de Arcos, Isidoro Gambín. De hecho, el delegado del Gobierno en Andalucía apelaba a “la necesidad de que el resto de instituciones se implique en el proyecto”.
