La plantilla de limpieza al completo ha trabajado a destajo para devolver la playa a su estado óptimo para los usuarios de hoy.
Pese a las medidas de seguridad y la atención que ha puesto la Policía Local, hay que lamentar la pérdida de 12 pailas de madera y cuatro carteles informativos que han sido pasto de las llamas.
Desde el Área de Medio Ambiente se insiste en reflexionar sobre la importancia de conservar y dar valor al mobiliario público que hace la vida y el uso de las playas más cómodo y accesible.
Al filo de las 11 de la mañana una treintena de operarios, cuatro tractores, dos compactadoras y dos barredoras ultimaban la limpieza del litoral portuense. Un dispositivo que se ha desarrollado de forma ágil permitiendo a los usuarios del sábado disfrutar de su día de baño sin inconvenientes.
Los medios técnicos y humanos han priorizado la recogida selectiva de plástico y vidrio, residuos habituales en este tipo de concentraciones. En total han sido 800 kilogramos de vidrio y 680 de plástico.
Este año la empresa concesionaria muestra su sorpresa por los numerosos metros de alambre que han recogido los rodillos de la máquina limpia playas provenientes de la quema de cuadernos escolares.
Los técnicos alertan del riesgo que para el medio ambiente y la seguridad de los usuarios de la playa tiene este tipo de residuos.