El problema, dicen, “se multiplica cuando llega el verano y la población de Chiclana se triplica”. Para más inri, durante los meses de julio y agosto, se aplica horario reducido en la oficina, que sólo abre por la mañana. “Ante esta situación evidente de acumulación de trabajo, todo se retrasa”, señalan desde Chiclana Vecinal.
Ante todo lo anterior, la federación solicita a Correos que “busque otra instalación de más dimensiones, así como que extienda este servicio abriendo oficinas en núcleos urbanos densos alejados del centro urbano, que contrate más personal para este servicio y que para el verano mantenga los horarios de jornada continuada”, concluyen.