Actualmente se manejan dos posibles propuestas para aprovechar una superficie total cuantificada, en principio, en 1.708 metros cuadrados. La primera de ellas se basaría en la construcción de una sola planta con dos accesos peatonales y uno rodado y un total de 70 plazas. También se podría ampliar este nuevo equipamiento a dos plantas, duplicando así el número de estacionamientos.
Igualmente, se está estudiando la posibilidad de construir otro estacionamiento de este tipo, especialmente destinado a los vecinos de la zona, en la parte trasera del parque público Huerta del Rosario. No obstante, de este proyecto aún no hay detalles ya que se están realizando los primeros estudios.
De fructificar estas iniciativas serían finalmente cinco los aparcamientos subterráneos proyectados en las barriadas, dado que el Ayuntamiento lleva varios meses trabajando en otros tres.
Los otros aparcamientos que están actualmente analizándose beneficiarán a las barriadas de El Carmen, María Auxiliadora (en la zona de Fuente Amarga) y El Pilar. El equipo de Gobierno ya ha elaborado un anteproyecto de cada uno de ellos, en los que se define el número de plazas, las plantas o características básicas de cada una de las infraestructuras.
En el caso de la barriada de El Carmen, los primeros estudios contemplan la construcción en la plaza de Las Palmas (frente al colegio El Trovador), de una planta con 224 plazas.
En María Auxiliadora serán 156 plazas en dos plantas, según el anteproyecto, y en la barriada de El Pilar 86, también en dos niveles. En total, entre los tres proyectos suman 466 plazas.
El objetivo es que los vecinos de cada una de estas zonas puedan acceder preferentemente a las plazas que se creen a un precio muy por debajo del que actualmente se paga en el mercado libre, una cantidad que únicamente sufragará los costes de la construcción, puesto que el Ayuntamiento no ingresará un solo euro. En caso de que no se cubrieran, se daría entonces oportunidad a otras personas de zonas más alejadas al punto donde se llevará a cabo la operación.
Las plazas, según la filosofía de este tipo de actuaciones que se ha llevado a cabo en otras ciudades, serán en régimen de concesión, no pudiendo, por tanto, venderse, para evitar la especulación y que se rompa el principio para el que se realiza la iniciativa: dotar de esta determinada infraestructura a barriadas que no disponen de ellas.
La puesta en marcha de estos proyectos sólo se llevará a cabo si los vecinos dan su visto bueno y muestran su intención de hacerse con los derechos de estas plazas.
En todos estos casos, las obras comportarán la creación de espacios públicos en superficie, que correrán a cargo de las empresas que lleven a cabo las obras.