A las puertas de sus primeros Juegos Paralímpicos se quedó el esgrimista Lorenzo Ribes tras las clasificaciones definitivas del ránking internacional elaborado por el Comité Paralímpico Internacional (IPC, en sus siglas en inglés).
A Río viajarán los 12 mejores en cada categoría y arma, y como máximo dos deportistas por país. El malagueño esperó hasta el último momento por si la cuota continental para los Juegos le hacía llegar a su objetivo de los dos últimos años, pero “no ha habido suerte aunque estar entre los 20 mejores del mundo no está nada mal”, afirmó el tirador.
Tradición
El otro español que optaba a lograr pasaporte en esgrima para los Juegos Paralímpicos de la capital carioca era Álex Prior, que también rozó la plaza tras quedar décimo noveno en su categoría de sable en el ránking mundial.
Con esta situación, habrá que esperar a Tokio 2020 para que un español participe en la modalidad de esgrima en unos Juegos Paralímpicos. En esta disciplina España logró cinco medallas: el oro de la malagueña Paqui Bazalo en Barcelona 92, donde fue bronce Gema Hassen-Bey. Ambas, junto a Cristina Pérez, también consiguieron por equipos el bronce en espada tanto en Barcelona 92 como en Atlanta 96. Las preseas continuaron en Sidney 2000 con el bronce de Daniel Lamata.
Hacia Asia
Lorenzo Ribes ya trabaja mirando al futuro, que no es otro que Tokio 2020. “Buscaré hacer un buen papel en el Campeonato de España en septiembre porque tengo que salir y competir para lograr patrocinio”, explicó el malagueño, quien hizo hincapié en que “tomaré como entrenamientos la participación en europeos, mundiales y copas del mundo, y a cuantas más pueda ir, pues mejor para luchar y llegar fuerte al próximo año preolímpico”.
De este modo, y con tan solo ocho años en este deporte, Lorenzo Ribes se ha abierto un hueco en la élite mundial.