Unos 300 perros estuvieron horas y horas olfateando en busca de supervivientes entre el polvo, los escombros y el metal retorcido de los restos del World Trade Center el fatídico 11 de septiembre de 2001. Cuando apenas faltan tres meses para el decimiquinto aniversario del atentado más grave que ha sufrido Estados Unidos, el último de esos pequeños héroes de cuatro patas que quedaba vivo, Bretagne, falleció el pasado lunes por la tarde.
A los 16 años y a punto de cumplir 17, Bretagne falleció al lado de su cuidadora, que estuvo con ella hasta el último momento, según publica today.com. Bretagne era un golen retriever que tuvo una vida plena de aventuras hasta el final. En las últimas semanas su hígado comenzó a fallar y su salud se deterioró rápidamente. Cuando Bretagne no pudo hacer su cosa favorita por tres días consecutivos (comer) su propietaria Denise Corliss supo que era la hora de la despedida.
Según recoge la publicación, "estaba realmente ansiosa la última noche y sólo quería estar conmigo", afirmó Corliss. "Así que me eché con ella, justo a su lado. Cuando pudo sentirme, se calmó y se durmió. Yo dormí asi con ella toda la noche", añade.
Denise Corliss y su marido Randy llevaron a Bretagne a la clínica veterinaria Fairfel en Cypress, Texas, donde el perro recibió una especial despedida de sus admiradores por sus años de servicio. Aparte de las labores de rescate del 11 de septiembre, Bretagne y Corliss se desplegaron como equipo de respuesta inmediata en los huracanes Katrina, Rita e Iván, entre otros desastres.
Representantes de las Fuerza 1 de Respuesta Inmediata de Texas, del departamenteo de bomberos voluntarios de Cy-Fair y otras agencias se cuadraron y saludaron a Bretagne formando un pasillo mientras entraba en la clínica veterinaria en la tarde del lunes. Saludaron a Bretagne de nuevo cuando salió de la clínica ya fallecida envuelta en una bandera estadounidense.
Bretagne se retiró del servicio a la edad de nueve años, pero nunca perdió el amor por la aventura. Pero a la edad de 13 años comenzó a experimentar rigidez y dolor en las articulaciones, lo cual le impidió subir las escaleras de su casa. Corliss instaló una piscina en el patio trasero de su casa y la ayudó a nadar durante al menos 10 minutos al día.
"Fue una gran diferencia", recuerda Corliss. "Empezó a subir la escaleras de nuevo. Entonces empezamos a buscar maneras de mantenerla mentalmente activa, ayudando a los niños con sus lecturas en clase, para lo cual fue grande".
Bretagne fue protagnoista de no pocos titulares cuando cumplió los 16 años en agosto pasado. En su honor, se coordinó una campaña llamada Dulces16 en Nueva York que incluyó un anuncio oluminado en Times Square y la dedicatoria de uno de los adoquintes de la plaza del Memorial del 11 de Septiembre.
