Un jurado popular tiene previsto juzgar desde este próximo lunes a una mujer, acusada por el asesinato de su excompañero sentimental, al que, supuestamente, disparó en tres ocasiones en una vivienda de localidad malagueña de Estepona. La Fiscalía solicita inicialmente una pena de 20 años de prisión y que indemnice a los familiares del fallecido con 200.000 euros.
Los hechos tuvieron lugar en abril de 2014. Según el escrito de conclusiones provisionales presentado en su momento por el ministerio público, al que ha tenido acceso Europa Press, la acusada estaba en la vivienda del hombre, con el que había tenido una relación sentimental que había terminado cerca de noviembre de 2013.
De madrugada, el hombre llegó a la residencia, ubicada en una urbanización de Estepona, con su nueva pareja sentimental, la cual, ante lo inesperado de la situación y a petición de éste, decidió volver al coche. Entonces, dice la acusación pública, él regresó dentro y se inició una discusión con la acusada, que le esperaba en la casa.
En un momento determinado y "movida por el inequívoco ánimo de acabar con la vida" de su excompañero sentimental, la procesada, sostiene el fiscal, hizo uso "de manera sorpresiva y repentina" de un revólver que tenía, "con el que disparó hasta en tres ocasiones" al hombre, que no tuvo posibilidades de reacción ante lo "imprevisible del ataque".
El primer disparo se produjo en un brazo y los otros dos en la cabeza. Tras esto, siempre según el relato del ministerio público, la mujer colocó el arma en la mano izquierda del fallecido, se apoderó de las llaves del coche, salió de la casa, cerrándola con llaves, y abandonó la zona en el vehículo, después de mantener una acalorada discusión con la nueva novia del hombre que estaba fuera.
El coche fue localizado en Marbella (Málaga) y la mujer huyó de España para evadirse de la acción de la justicia, siendo detenida en su país de origen, Eslovaquia. Por esto, el fiscal la acusa de un delito de asesinato y otro de robo de uso de vehículo, solicitando por el primero 20 años de cárcel y por el segundo, el pago de una multa de 3.000 euros.
