Técnicos de la Estación Biológica de Doñana han denunciado la destrucción de buena parte de la colonia de abejarucos del camino de control a la Reserva Biológica, así como de la escultura conmemorativa de la creación de esta instalación del CSIC, hace 50 años, tras el paso de varias hermandades del Rocío.
Las intensas lluvias de la pasada semana obligaron a que las hermandades que llegan al Rocío desde el Guadalquivir y cruzan el interior del Parque Nacional de Doñana a través de una vía pecuaria, no usasen este camino y se desviasen del Palacio de Doñana -sede de la Reserva Biológica de Doñana, que dio origen a este espacio protegido- a la carretera de Matalascañas al Rocío, por el camino de control de la EBD.
En este camino de tierra, de unos 14 kilómetros de longitud, se ubica una de las más importantes colonias de abejarucos de Doñana, cuyos nidos -construidos en el suelo- han quedado destruidos, aplastados por los vehículos de las caravanas rocieras.
Los técnicos de la Estación Biológica de Doñana estiman, en un primer cálculo provisional, que se han perdido el 65 por ciento de los nidos de la actual temporada de cría y han pedido precaución a estas hermandades rocieras, que en las próximas horas deben de volver por este mismo camino.
En su opinión, el destrozo de los nidos se ha producido por el paso de caballos y de vehículos fuera del carril, por arcenes y laterales del camino, que es donde están criando estas aves.
Estos científicos han denunciado también el destrozo de la escultura de bronce de lince que conmemora la creación de la Estación Biológica de Doñana y que se ubicaba en este camino de control a la instalación del CSIC.