El portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Sevilla, Daniel González Rojas, ha criticado que el Plan Decide "limite" tanto quien propone como quien vota, por lo que asegura que "no cumple ni por asomo con los requisitos mínimos exigibles en cualquier proceso de presupuestos participativos, ya que ni es universal, ni está autorreglamentado por los vecinos, ni es deliberativo, ni contempla un sistema de seguimiento y control o un plan de evaluación final".
Rojas ha indicado a Europa Press que sólo puede proponer el Consejo de Participación y votar la Junta Municipal de Distrito (JMD), por lo que "un vecino de a pie con un problema o una buena idea no lo ha podido hacer, ni tampoco alguna asociación que no estuviese representada en el Consejo de Participación de su distrito".
Así, aunque advierte del "poco dinero" destinado a las inversiones de este plan y del "poco tiempo" para presentar las propuestas, centra su crítica en que, además, una vez presentadas las propuestas, "no hay un proceso de debate donde se contrasten las propuestas, como si lo había en los Presupuestos Participativos en la época de Izquierda Unida".
Rojas, que se ha defendido este posicionamiento además a través de su blog, señala que los que deciden finalmente qué se hace y qué no se hace no son los vecinos, lo que define como democracia directa, "sino los 22 representantes de la Junta Municipal, una democracia representativa".
Considera que este plan "no supone ningún avance más allá de que unas pocas entidades pueden sugerir propuestas de forma sistematizada" y lamenta que "el PSOE limite la participación ciudadana a que 22 personas rellenen un casillero con tres, dos y un punto". "Poca valiente, pose y parche esta podría ser una definición del 'Plan Decide' en pocas palabras", sentencia.
Rojas concluye dejando claro que "el problema en el 'Plan Decide' es quién decide", ya que cuando el gobierno municipal presentó el proyecto "dijo que su objetivo era 'dar voz a los vecinos en la inversión pública desde los distritos'". "Una frase grandilocuente que viene a confirmarnos lo distorsionado que está el concepto de la participación ciudadana", añade, preguntándose si acaso "cualquier proceso de mínimo acercamiento de la decisión al ciudadano ya es un proceso de democracia directa".