El sindicato UGT desmantelará el próximo ocho de marzo su centro de formación en Málaga, el más importante de Andalucía. El cierre del Instituto de Formación y Estudios Sociales (IFES), creado para desarrollar actividades en el ámbito de la Formación Profesional para el Empleo, y por el que recibían cursos 2.500 alumnos al año, aunque ahora permanecía sin actividad, conlleva el despido de 10 personas en plantilla y casi 60 fijos discontinuos.
La decisión del sindicato de liquidar este centro en Málaga, que ha sido el buque insignia de UGT en la comunidad autónoma andaluza, ha creado una gran indignación entre los trabajadores, que critican a UGT y a la Junta de Andalucía por “no apostar por la formación”.
Ataque a la formación
Aseguran que la formación en la comunidad autónoma está siendo brutalmente atacada y desmantelada tras los casos de corrupción destapados en Andalucía. Afirman que durante los últimos años se han devuelto más de 4000 millones de euros a Bruselas y Madrid y 586 millones el último año.
El cierre del centro de formación de Málaga se suma a otros ya clausurados por todo el territorio regional. Córdoba, Almería, Granada y Jaén han cerrado sus puertas y tan sólo seguirá abierto el de Sevilla, aunque también está previsto darle carpetazo en un futuro. Todo el equipamiento -ordenadores, impresoras, cámaras- se trasladará al IFES de Madrid.
Los trabajadores califican de “drama” lo que está pasando con la formación en Andalucía, ya que tanto el sindicato como la administración andaluza “solo quieren salvar su pellejo”. El ex consejero Luciano Alonso, fue un lastre, explican las mismas fuentes. “Ahora que está todo bajo lupa, nadie quiere mover un dedo, ni buscar una solución”, señalan.
Creen “lamentable” que siendo “la formación fundamental en la vida del ser humano y la sociedad, la dejen caer para salvarse unos pocos”. “Lo que está haciendo el sindicato y la Junta es hurtar este derecho a los andaluces”, explican los trabajadores del centro.
Mano negra
El Instituto de Formación y Estudios Sociales de Málaga cierra definitivamente sus puertas. ¿Qué mano negra hay detrás para no prestar ayuda al IFES? ¿Qué extraño pacto se trae la UGT nacional para desmantelar los centros regionales y por qué lo consiente el sindicato andaluz? ¿Está relacionado con la mala gestión y las irregularidades en la entrega de subvenciones para impartir los cursos de formación?
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, tiene prisa en demostrar que está limpia de polvo y paja en los casos de corrupción destapados en las etapas de Chaves y Griñán. En Málaga tiene abiertos varios frentes con las escuelas de Hostelería de la Consula, la Fonda y Cio Mijas. Ahora es el IFES, el buque insignia del sindicato el que tiene problemas.
Con este panorama, Diaz debería comparecer la primera en la comisión de investigación del Parlamento andaluz para aclarar el papel de la Junta en los cursos de formación y depurar las responsabilidades políticas.