Como españoles y demócratas, conocemos en nuestras carnes y de primera mano lo que es el terrorismo y sus terribles efectos. La noche del pasado viernes, toda la gente bien de este mundo nos sentimos conmocionados y consternados por los terribles atentados ocurridos en Francia y nos solidarizamos con las víctimas y el pueblo galo.
Por muchas vueltas que le demos no puede haber ninguna razón por irracional que sea que justifique este crimen atroz que se ha cobrado ya 129 vidas y 352heridos. Entre ellos un ciudadano de nacionalidad española, que se encontraba entre las víctimas., Juan Alberto González Garrido.
Ante esta situación todos los demócratas del mundo hemos de permanecer unidos, sin caer en las falsas generalizaciones ni satanizar a nadie que sea un ciudadano normal tenga el color de piel que tenga, o profese el credo religioso que sea por mucha tristeza y rabia que sintamos. No podemos igualar al Islam con el terror, ni convertir a víctimas en verdugos.
Tampoco podemos confundir el problema de los refugiados sirios, que son los primeros objetivos del terrorismo del Ejército Islámico y que es la razón principal que les hace huir de su país con quienes solo buscan matar indiscriminadamente, asesinar para llamar la atención mundial y provocar dolor y sufrimiento.
Los españoles nos sentimos franceses y nos metemos en la piel de los parisinos porque todavía, sentimos en nuestros corazones la pena que nos produjeron los atentados del 11 de Marzo de 2004 de la mano del terrorismo yihadista y que provocaron 192 muertes.
Ahora más que nunca hace falta por parte de todos los demócratas UNIDAD, SERENIDAD Y FIRMEZA. Por eso ante un grupo de terroristas que quieren destruir nuestro modelo de convivencia debemos reivindicar la fortaleza de la libertad frente al fanatismo, la igualdad de todos los demócratas en nuestra condena a cualquier acto violento y terrorista.
Pero además ante la principal amenaza para la seguridad del mundo actual y en una sociedad despersonalizada como la nuestra, hemos de expresar con rotundidad y firmeza nuestra fraternidad con todas las víctimas de las intransigencias, las intolerancias y los fundamentalismos.
A lo largo de los últimos quince años cuatro ciudades y cuatro fechas han estado marcadas por el terror desde ese 11 S en Nueva York en el año 2001, pasando el 11de Marzo en Madrid en el 2004 o el 7 de Julio de 2005 en Londres hasta llegar a este 13 de Noviembre de 2015 en Paris, por eso coincido con lo manifestado por el Presidente Barack Obama que el objetivo de estos asesinos, somos la humanidad, vivamos donde vivamos.
Hemos de manejar con sabiduría el binomio seguridad –libertad, de tal manera que los terroristas no nos impongan su Ley y a la vez seamos capaces de terminar con ellos con la fuerza democrática de quienes nos ampara la legalidad que emana de la voluntad popular en los ámbitos internacional y nacional.
Nadie dijo que fuera fácil pero sin buenismos ni falsos optimismos, estoy seguro que lo conseguiremos, y un buen comienzo en nuestro país sería que el actual Pacto contra el Terrorismo Yihadista suscrito por PSOE Y PP, y anunciado su apoyo por CIUDADANOS, fuera avalado por el conjunto de las fuerzas políticas, por encima de legitimas consideraciones partidistas y teniendo en cuenta los valores que como demócratas compartimos en cuanto a justicia, razón y estado de derecho.