La Policía de Malasia ha detenido a más de 70 personas vinculadas con el tráfico de inmigrantes ilegales en el país, mientras persigue al cerebro de la operación y desvela la trama financiera, informan hoy los medios locales.
Los arrestados son malasios, bangladesíes y rohinyás propietarios de tarjetas de refugiados expedidas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), de acuerdo con las declaraciones del subdirector de la Policía de Kedah, Zamri Yahya, recogidas por el diario The Star.
La operación policial, en colaboración con la Interpol, ha actuado en los estados de Penang, Perlis y Kedah, donde algunos de los detenidos ejercían de "lugartenientes" en el entramado.
El norte de Perlis hace frontera con Tailandia y el sur linda con Kedah, al que sigue Penang. Los tres estados son costeros y forman la entrada malasia del estrecho de Malaca por el mar de Andamán.
Las autoridades emplearán contra los culpables las leyes antitráfico de personas y antiterroristas, además de las que combaten el lavado del dinero.
La operación contra las mafias de tráfico de inmigrantes ilegales en Malasia se lanzó en mayo después de que se descubriesen 28 campamentos clandestinos y 139 tumbas en las junglas del norte del país.
Unas semanas antes, Tailandia inició un operativo similar en su parte de la frontera que desencadenó una crisis migratoria en la región y llevó a la detención de 50 personas, incluido un militar tailandés de alto rango, y la búsqueda de otras 30.
Más de 5.000 bangladesíes y rohinyás han desembarcado desde entonces en Indonesia y Malasia, países que el 20 de mayo se comprometieron a acoger a todos los inmigrantes a la deriva en alta mar siempre que la comunidad internacional se comprometa a repatriarlos o llevarlos a un tercer país en el plazo de una año.
La etnia musulmana rohinyá sufre persecución en el oeste de Birmania (Myanmar) y tampoco es bien recibida en Bangladesh.
Unas 25.000 personas zarparon en barcos desde Bangladesh y Birmania hacia Tailandia, Malasia e Indonesia durante el primer trimestre de 2015, el doble del número registrado en el mismo periodo del año pasado, de acuerdo con el ACNUR.