Nadie parece ya recordar aquellos arranques de mayo en que las fiestas de la Cruz tenían que sobrevivir, mal que bien, entre lluvia, frío y granizo. El arranque de la fiesta ha sido este año esplendoroso en lo climatológico, con un ascenso en las temperaturas que nos acerca más al verano que a la primavera en la que nos encontramos.
Han sido muchos los alcalaínos que no han querido faltar a la tradición y se han ido acercando, desde todos los puntos de la localidad, al Juego de Pelota para revivir una tradición, la de los chiringuitos en la calle Santo Domingo de Silos, el ambiente festivo y la inevitable visita a la Cruz de la calle Rosa, que luce, como siempre por estas fechas, su más hermoso aspecto del año.
Han sido tres días, este año con el añadido de coincidir en fin de semana, en los que celebrar el buen tiempo al lado de un buen vino y unas viandas, en esta tan arraigada fiesta alcalaína.