Los tres acusados, entre ellos un padre y su hijo, por robar un coche y atracar un banco, del que supuestamente se llevaron más de 3.000 euros, en la barriada periférica de Villarrubia de la capital cordobesa, han aceptado penas de hasta seis años de prisión en el juicio celebrado este miércoles en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba.
En concreto, el hijo y el tercer joven procesado han aceptado penas de seis años de cárcel, mientras que el padre se ha conformado con una pena de cuatro años y seis meses de prisión. La Fiscalía solicitaba para los primeros penas de ocho años de cárcel y para el progenitor siete años de prisión.
Según recoge la calificación inicial del Ministerio Público, los procesados se pusieron de acuerdo con el fin de cometer un atraco en una sucursal bancaria de Villarrubia, para lo cual presuntamente el padre y el hijo aportarían las armas, mientras que el tercer acusado junto con el hijo "se apropiarían de un vehículo" para cometer los hechos y "marcharse del lugar", hasta una zona donde se encontrarían con el progenitor, que les esperaría en su coche "para procurar la huida".
De este modo, en la madrugada del 1 al 2 de octubre de 2013, el hijo y el tercer procesado se dirigieron a la calle Isla de la Gomera, donde tras forzar un coche, le hicieron un puente y se marcharon del lugar. Cabe destacar que los daños en el vehículo ascendieron a 1.016 euros.
Posteriormente, el 4 de octubre se dirigieron con el coche, sobre las 8,30 horas, hasta la oficina bancaria armados de un revólver y un cuchillo de grandes dimensiones, además de pasamontañas para "ocultar sus rostros". Así, entraron en la sucursal y supuestamente amenazaron de muerte a los empleados para que les diesen el dinero, detalla el fiscal.
Ante ello, un empleado les indicó el lugar donde se encontraba el dinero, mientras que uno de los acusados supuestamente saltó el mostrador y cogió un sobre con más de 3.000 euros, cantidad que había sido depositada pocos minutos antes por trabajadores de un supermercado.
Una vez obtenido el botín, los dos acusados se marcharon "a gran velocidad" hasta el lugar donde habían quedado con el padre, también en la citada barriada, si bien en el trayecto los procesados escondieron el dinero del botín, que no se ha encontrado en su mayor parte.
Mientras tanto, varios agentes de la Policía Nacional se dirigieron a la vivienda del progenitor, donde fueron detenidos los tres varones, cuando uno de ellos salía de la casa con dos bolsas con la ropa utilizada en el robo, el cuchillo y 825 euros. Los tres cuentan con antecedentes penales y los dos presuntos atracadores permanecen en prisión preventiva por esta causa desde el 4 de octubre de 2013.
Además, los agentes hallaron en el domicilio el revólver utilizado en el atraco y dos escopetas, que pertenecían al padre y su hijo, quienes carecen de licencias de armas y de documentación de las mismas. El otro acusado también carece de licencia de armas.
